lunes, 16 de mayo de 2022

"Onoda,10.000 noches en la jungla"

Es una gran virtud de Onoda, 10.000 noches en la jungla. Mérito del director parisino Arthur Harari. Y es que pareciera que la cámara no existe. Es tan lúcida su mirada que, cuando al final la pantalla se oscurece, te crees haber convivido en la jungla filipina junto al teniente Hiro Onoda,  en su loca peripecia a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Llegó con 22 años para una misión secreta en la isla de Lubang y se negó a reconocer la derrota de Japón en 1945. Había recibido órdenes de un misterioso comandante y las mantuvo hasta que por fin se rindió en 1974, únicamente cuando su superior, entonces ya un civil, acudió a exonerarle del mandato. Onoda, fallecido en el 2014, disfrutó de su popularidad, pero siempre mostró al mundo el alto precio a pagar por la obediencia debida y, a mayores, la sinrazón de la guerra y sus traumas. No estaba solo cuando tomó su decisión pero fue el único que sobrevivió a varias décadas. Harari impregna su crónica -tomada de las memorias del teniente- de un halo inusual en el género bélico. 

Destila aromas clásicos -de John Ford, por ejemplo- en la relación entre los soldados para los que el mundo se detuvo cuando unos campesinos le anuncian el fin de la guerra. Si el guion carece de fisuras, también sobresale el trabajo de arte -en particular, en aspectos como el progresivo deterioro del vestuario- que incluye unos exteriores de Camboya que hasta le confieren una textura casi documental. Cuando en los minutos finales Onoda (el actor Japonés Kanji Tsuda) se aparece al estudiante que le encuentra, vemos a un espectro con su dignidad militar intacta pese a la estúpida actitud que le fue impuesta.

Filme insólito, sobrio, reluciendo un clasicismo inusual, y manejando hermosamente simbolismos con el agua, la luna y el paisaje. Al tiempo, sirve una sólida invitación a cuestionar valores que no son tales. Sobre todo, cuando campa Putin con su demencial campaña en Ucrania, movilizando millares de onodas con el mismo cuento que le vendieron al protagonista de esta bella película.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 6 de mayo de 2022.

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