Alumnos del CPI Cernadas de Castro recibieron las primeras
compostelas infantiles. Xoan A. Soler
"Uno de los tramos de esta ruta histórica reconocida hace poco por la Iglesia pasa por Noia y Lousame, y hay niños en clase de estos dos municipios. Es un itinerario aún sin explotar y se me ocurrió hablar de él en clase como un proyecto de cercanía, llamado Pasiño a pasiño facemos o Camiño. Al principio se planteó como un tema para abordar entre los contenidos lectivos, pero, para que todos se implicasen en el mismo nivel, propuse a los padres hacer el Camino con los niños. Y por sus trabajos, lo más fácil era hacer las etapas los domingos", explica Ana Belén Vázquez Torrado. La maestra, nominada hace un par de años a mejor docente de España junto a otros trece nominados gallegos, asegura que "sin el esfuerzo de las familias no habría sido posible, y se lo agradezco infinitamente".
Unas 45 personas, entre pequeños y adultos, vivieron la experiencia y destaca la persona que en sus 30 años como docente no había visto tal implicación por parte de las familias, dispuestos ya a continuar el Camino hacia Fisterra. "El objetivo del proyecto se cumplió, tanto a nivel pedagógico, como a nivel afectivo e incluso social. Superó con creces las expectativas de integración y cohesión del grupo. De hecho al principio había algunos que no se relacionaban con el resto y acabaron sus compañeros peleándose por ir con ellos en cada etapa", relata. Para colofón, en el Obradoiro les esperaba la directora del centro, Pilar Covas, y una actuación musical. Los componentes de A Tajea (de Outes) recibieron por todo lo alto a los menores que acabaron la gesta vestidos de peregrinos, con una mezcla de cansancio y emoción, mientras que las lágrimas de orgullo se escaparon a más de un padre y madre en la meta.
Patricia Calveiro. La Voz de Galicia, 22 de marzo de 2022.
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