martes, 10 de mayo de 2022

El Thyssen confía en quedarse con el "pissarro" de su colección

El alto tribunal estadounidense no estableció que la pintura impresionista Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia, de 1897, tenga que regresar a las manos de los nietos de Lilly Cassirer, judía que la tuvo que malvender para obtener un visado y abandonar Alemania al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, huyendo de un destino que pudo haber acabado en un campo de concentración. Pero el Supremo si se mostró de acuerdo con los herederos en que el caso deberá resolverse de acuerdo con la ley californiana, favorable a que la pintura sea devuelta, y no con la española, como reclama el Thyssen.

La reacción del museo Thyssen se resume en interpretar que, sustancialmente,  no ha cambiado nada . Y así lo dejó claro en un comunicado que expresa una confianza llena de lenguaje y matices jurídicos, un día después de que el Supremo de Estados Unidos diera la razón por unanimidad a la familia Cassirer, heredera de un cuadro de Camille Pissarro que le fue expoliado por los nazis en 1939 y que pertenece desde los años noventa al Estado español como parte de la colección del centro madrileño, abriendo la puerta a su devolución.

La cuestión, así, pasa de nuevo frente al Tribunal de Apelación del Noveno Circuito. "La Fundación está convencida de que el fallo del Juzgado de Distrito, conforme al cual la ley aplicable al caso es la ley española (y en consecuencia la Fundación es la legítima propietaria del cuadro de Pissarro), será confirmado por el Tribunal de Apelación", asevera el comunicado. La posesión pública del cuadro durante seis años es suficiente, según la ley española, para considerar al Thyssen como su legítimo dueño. En cambio, para la ley de California, un objeto obtenido de esa manera no puede generar un título de propiedad. A lo largo de cinco folios, el museo enumera además las razones por las que considera que el cuadro le pertenece legítimamente, desde que el barón Thyssen Bornemiza lo adquiriera por 360.000 dólares en la galería Stephen Hahn Gallery de Nueva York en 1976. Hoy la pintura está valorada en unos 28 millones de euros. E igual que hizo anteayer la sentencia del Supremo, el propio centro también repasa en una larga cronología el periplo de la pintura cuyo primer capítulo se escribió en 1939. 

El museo recuerda que expuso el pissarro en varias ocasiones, en distintos países y durante casi ocho años antes de que Claude Cassirer lo reclamara, en 2002. En todo caso, el heredero de Lilly Cassirer interpuso en 2005 una demanda desde el lugar donde se había jubilado, California. El hombre falleció cinco años después, a los 89 años.

El País. Madrid, sábado 23 de abril de 2022

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