domingo, 1 de mayo de 2022

Elecciones en Francia: Un ejercicio de miradas cruzadas

A lo largo de estas  últimas semanas hemos publicado diez artículos sobre Francia, los franceses y las elecciones. Nueve de ellos firmados por periodistas españoles. Solo uno lo firma una francesa, la politóloga Agathe Cagé. Ahora que ya conocemos los resultados, les proponemos un ejercicio de miradas cruzadas: hemos invitado a nuestro colaborador Jordan Bequin, profesor  en el Collège Robert Doisneau a darnos su visión a través de una pequeña entrevista. Una visión muy completa por las varias facetas que nos ofrece: Jordan es oriundo de Los países de La Loire, allí creció e hizo sus estudios en la Universidad de Le Mans y de Angers. Su primer destino como profesor titular de español lo obtuvo en la banlieue de París, donde ha pasado estos últimos seis años. Acaba de conseguir el traslado a un centro de su región, donde trabajará a partir del nuevo curso escolar. Es así que contamos con un punto de vista doble, alguien que ha vivido en la banlieue de París, y que regresa a una de las regiones consideradas de mayor calidad de vida. Podemos añadir otro dato de interés, su juventud. ¿Cómo ve a su país uno de esos jóvenes que  son considerados hoy como los más desafectos a los gobernantes de la V República?

Antes de comenzar con las preguntas, unas palabras de agradecimiento para Jordan por haber aceptado esta propuesta que esperamos ayude a los lectores de leer y tejer a comprender mejor lo que hoy sucede en Francia.


1.- En los cuatro primeros artículos sobre las elecciones, publicados en el blog (Francia de luz y de penumbra), Marc Bassets, corresponsal de El País en París, nos presenta un retrato de la sociedad francesa que él dibuja sobre un mapa.

La Diagonal de los olvidados, una línea que va del Noreste al Suroeste cuyo centro se sitúa en el Macizo central,  la Francia profunda, cuya capital sería Aurillac y que es la ruta aproximada que siguió durante cuatro días el periodista que buscaba esclarecer el misterio francés. Quería huir de los tópicos: La Tour Eiffel, le Mont Saint-Michel, la baguette y el camembert. Y en esta Francia denominada del “malestar” se encontró con las rotondas, los centros comerciales, los aparcamientos, y la música country de fondo. Esas salas de baile donde los habitantes de la zona se sienten en una comunidad. 


¿Cuál es tu opinión sobre esta visión? ¿Crees que el origen de esa americanización de la sociedad francesa se sitúa en Disneyland París? 

En primer lugar, también quiero agradecerte esta invitación. La verdad es que no puedo comentar mucho la política francesa ya que a la mayoría de  nuestras familias les cuesta mucho hacerlo sin enfadarse y gritar. Así que ¡gracias por este momento de tranquilidad y respeto! 

La primera vez que leí el artículo de Marc Bassets, me pareció  un poco simplista. Pero al leerlo de nuevo, tengo que admitir que es bastante realista. Tal vez lo juzgué así porque no quería reconocer la realidad. 

Creo que muchos franceses se han olvidado de esta parte de Francia. Incluso el gobierno. Y no solamente el de Emmanuel Macron. Eso es mucho más antiguo. Sin embargo, es una parte que tiene muchas cosas que ofrecer y son cada vez más numerosas las personas que quieren descubrirla. Yo formo parte de ellas. Una de las primeras cosas que deberíamos hacer, en mi opinión, sería  quitarle el horrible nombre de Diagonale du vide/Diagonal del vacío. ¿Qué quiere decir? ¿Que esta parte de Francia es inútil? ¿Que no hay nada ni nadie que ver? El artículo de Marc Bassets demuestra todo lo contrario. Esta diagonal no tiene nada de vacía. Está llena de paisajes y personas que se merecen tanto respeto y amor como las otras. 

Con respecto a lo de la americanización de la sociedad es, para mí, una media verdad. Es verdad que desde hace unas décadas sufrimos esa americanización de los comercios, del tiempo libre, hasta del ritmo de vida y las costumbres. Prueba de ello es que la derecha radical y la extrema derecha nunca han sido tan fuertes, 6 años después de la victoria de Trump. 

Sin embargo, creo que eso pasa en todos los países occidentales. Estados Unidos es, por desgracia, un modelo económico, industrial y social para muchos países, entre los cuales Francia sí, pero también España, Portugal, Italia, Alemania etc. No solamente en Francia se comen hamburguesas, se comen también en los MacDonald’s o Burger King de los otros países de Europa, sin ninguna duda. Me parece un poco hipócrita por parte de este periodista. 

Quizás DisneyLand contribuyó a hacer progresar más rápidamente esa americanización. Pero me parece más bien que, antes de ser el origen de ella, es un síntoma. Uno de los numerosos síntomas que existen en nuestras sociedades occidentales al igual que MacDonald’s, Burger King y todo lo demás.


2.- Agathe Cagé en su artículo, Desconfianza masiva en Francia, presenta un perfil de los candidatos. Probablemente,  el menos conocido en España sea Éric Zemmour y su tesis del Grand Remplacement.   Houellebecq, citado por Marc Bassets como el que ha sabido ver la belleza de la Francia fea,  ve como posible ese cambio de civilización en su novela Sumisión. ¿Podrías explicarnos en qué consiste la tesis de Zemmour?

Ante todo, cabe recordar que antes de lanzarse como candidato, este hombre, cuyo nombre  prefiero no pronunciar, era polemista. Mejor dicho, su oficio era crear polémicas. Cuanto más polémicas y cuanto más grandes eran, más dinero ganaba. Éste era su oficio. 

Su tesis es bastante fácil de resumir. Piensa que “los negros y árabes” (entre los cuales una enorme parte es francesa desde hace décadas y décadas..) van a reemplazar a los varones franceses blancos, heterosexuales y cristianos (lo que él ve como “francés ejemplar”). Es una visión extremadamente arcaica, misógina y racista. Está en contra de todos los progresos que tanto nos han costado lograr: una mejor (aunque aún no a la altura) igualdad entre los sexos, una mayor tolerancia de las religiones, de las diferencias, de las orientaciones sexuales y una sensibilización (tarde, no lo niego) a los problemas del medioambiente. 

Sus ideas tuvieron partidarios al principio porque, como Trump, no venía de la clase política. Bueno, eso es lo que decía… Decía que solamente él sabía de la vida de los franceses olvidados mientras que en realidad era uno de los candidatos que más patrimonio y capital tenía. Sin embargo y afortunadamente, los franceses se dieron cuenta de que sus ideas eran demasiado radicales sobre todo en cuanto al conflicto ucraniano. Esto fue un golpe de suerte para Le Pen.

 Dos son los candidatos de origen español: Anne Hidalgo, la izquierda moderada y Jean- Luc Mélenchon de Francia Insumisa. ¿Cómo se explica el descalabro de la primera y el éxito del segundo que en la primera vuelta se situó en tercera posición?

La derrota de Anne Hidalgo era previsible. Desde la derrota del partido socialista en 2017 con Benoît Hamon, el partido no consiguió unir a sus partidarios y a los de izquierda. Además, Hidalgo era la alcaldesa de París mientras que la mayor parte de los franceses detestan la idea de un país centralizado en París y están hartos de esta etiqueta de provincianos.

En cuanto a Jean-Luc Melonchon, lleva dos campañas muy buenas. Su equipo es muy eficaz y joven, lo que le ayuda mucho a recoger votos de esta parte de la población francesa. También, al no unirse con la izquierda tradicional que se estaba muriendo ya, consiguió atraer a todos los electores que seguían teniendo ideales e ideas de izquierdas. Era el único candidato de izquierdas que tenía probabilidades de estar en la segunda vuelta. Así que muchos votaron por él.

¿Puede explicarse la abstención, el 26,3% en la primera vuelta y que en la segunda alcanzó el 28%, una prueba de la desafección política? 

Esa cifra es terrorífica y resume perfectamente la desafección política que sufre Francia. Muchos países de Europa han pasado por eso. Para nosotros, empezó hace un par de años. La gente en Francia ya no se fía de los políticos y está harta de elegir a falta de otra opción, así que ya no vota, desgraciadamente.
En las personas que nos rodean así como en los medios de comunicación se nota mucho. Francia se “despolitiza” completamente. Es horrible tener que reconocer que casi el 60% de los franceses que pueden votar, o votan por la extrema derecha, o no votan. Eso es terrible. Creo que es un síntoma evidente que los políticos franceses ya no consiguen unir a la población y no responden a las necesidades de los franceses.

¿Crees que Macron es considerado un buen candidato o un “mal menor”?

Me parece un mal menor. Yo creo que ganó las elecciones porque ningún otro candidato consiguió unir a sus partidarios. Además, es habitual que el presidente saliente sea reelegido (si no me equivoco, en la quinta república, solamente tres presidentes no fueron reelegidos: Pompidou,  Nicolas Sarkozy y Hollande). Los franceses son muy tímidos en cuanto a los cambios. Ven en el presidente saliente algo reconfortante aunque puede dividir la sociedad. Estadísticamente, la victoria de Emmanuel Macron estaba escrita. Llegada la segunda vuelta, la mayoría de los franceses votó por él, no por convicción, sino porque era un voto en contra de la extrema derecha. No estoy aquí para comentar su mandato, aunque tendría muchas cosas que decir, pero en mi opinión son minoritarios los que piensan que es el candidato ideal. 


3.-En dos de los artículos escritos por españoles se comentan las posiciones de algunos escritores sobre estas elecciones. Juan Carlos Galindo recoge algunas opiniones de escritores que participaron en el encuentro Quais du Polar en Lyon, el mismo domingo 17 de abril de la primera vuelta. Todos coinciden en plantar cara a la ultraderecha a la  que llaman la peste parda. ¿Crees que pueden haber influido en los resultados?

Es verdad que un poco antes pero sobre todo justo después de la primera  vuelta hubo muchas acciones para plantar cara a la extrema derecha. También hubo una tribuna de unos cincuenta deportistas franceses  mundialmente reconocidos (como Tony Parker, Nikola Karabatic, etc) que llamaron a bloquear a Marine Le Pen. Claro que ayudó un poco a algunos electores a darse cuenta del peligro de Le Pen. Pero no creo que tuviera tanto peso en los resultados. Aunque hoy en día en nuestra sociedad  existen muchos ciudadanos desilusionados de los políticos, un buen número, afortunadamente, eligieron votar en contra de la extrema derecha porque para ellos es inconcebible. Y creo que siempre pasará. El voto por Marine  Le Pen es para muchos un voto de rabia pero nunca conseguirá ganar las elecciones. Por lo menos, eso espero. Por eso tenemos que solucionar rápidamente esta falta de confianza en la política francesa si no queremos   que pase de verdad. 

Berna González Harbour entrevistó el 22 de abril a Annie Ernaux, que se encontraba ese día en Madrid, para la celebración de la Noche de los Libros. La escritora responde a sus preguntas con una afirmación rotunda: “Francia se ha hecho de derechas”. ¿Compartes esta opinión?

Por supuesto. Tiene toda la razón. Desde 2017, Francia ha pasado a ser un  país de derechas. Eso para mí puede tener dos explicaciones. Primero, la izquierda se ha roto totalmente. El Partido Socialista, unos de los partidos históricos de Francia, está  muerto y los otros candidatos de la izquierda  son incapaces de unirse y encontrar valores comunes para presentar en sus programas desde hace cinco años. En segundo lugar, los franceses ya no se identifican con los valores de la izquierda (aunque es verdad que desde hace  cinco años la izquierda tiene  muy pocas propuestas..). Por otra parte, es la segunda vez que tenemos candidatos de derecha en la segunda vuelta. No hay que engañarse, Macron es un candidato de derecha (aún más en esta campaña). Es lo que hay.

 

4.- Valora las reacciones de los candidatos en la noche electoral del domingo 24 de abril: 

Macron: “El voto de este día nos obliga a considerar todas las dificultades y las vidas vividas, y a responder con eficacia a las cóleras que se han expresado”. Dio las gracias a los ciudadanos de izquierdas que, aunque contrarios a su proyecto, lo votaron para evitar la victoria de la extrema derecha: “Su voto me obliga para los años venideros”. Se refirió también a los abstencionistas: “Su silencio ha significado un rechazo al que  debemos responder” “Será un mandato nuevo”. 

Le Pen: “El resultado de esta noche representa por sí mismo una victoria esplendorosa”. “Millones de compatriotas han elegido el campo  nacional”.

La reacción de Macron es la misma que en 2017, tal cual. Ya en 2017 había prometido que la llegada de Le Pen a la segunda vuelta no pasaría otra  vez. Pues el balance en 2022 es que la extrema derecha nunca ha sido tan fuerte. Así que me parece un poco hipócrita. No le creo en absoluto cuando dice que será un mandato nuevo. Yo creo que será exactamente el mismo.  Incluso será un mandato que tenderá aún más hacia la derecha. Prueba de ello es su programa político al empezar la campaña. Aunque tuvo que modificarlo un poco y ajustar ciertas cosas para recoger votos de la  izquierda pero eso solo era una manipulación política. Ni más ni menos. 

La de Le Pen, es un discurso de derrota aunque dice todo lo contrario. Intenta poner buena cara. En lo que tiene razón es que para el Reagrupamiento Nacional es una pequeña victoria. Realizar un resultado tan bueno es histórico para este partido.  Pero no me puedo quitar la idea de la cabeza que para ella es una derrota terrible. Sabe perfectamente que le costará obtener un mejor resultado. Era ahora o nunca. Al menos, lo espero.

Carmen Glez Teixeira - Jordan Bequin. Sábado 30 de abril de 2022


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