domingo, 21 de abril de 2024

Ánima. La vida y la muerte del alma

... ¡los que creen que refugiarse en el planeta rojo sería una
 solución no hacen sino desplazar el problema!

Elon Musk no solo ha creado la sociedad Neuralink para trabajar en su proyecto transhumanista. También ha fundado SpaceX, cuya historia conocemos más o menos porque asistimos periódicamente en nuestras pantallas a sus lanzamientos de cohetes tripulados al espacio. A largo plazo se trata para Musk de hacer salir al hombre de su biotipo terrestre natural e instalarlo duraderamente en un biotipo extraterrestre artificial. En esta perspectiva, la Luna se convertirá en una estación espacial construida, una etapa antes de vuelos más largos hacia Marte. Pasará del estatus de montón de basuras humanas americanas al de antesala de los trayectos estadounidenses hacia Marte. Los que consideran insesato su objetivo deberían leer a los astrofísicos que nos anuncian la muerte del Sol dentro de 4.000 millones de años, cuando se haya agotado su combustible; 4.000 millones de años es mucho, por supuesto, pero es ineluctable, y de ahí la certidumbre de que la vida en la Tierra  se verá comprometida mucho antes y de que los hombres desaparecerán si de aquí a entonces no han encontrado una manera de parar el golpe.

Está previsto que el Sol se dilate y que su volumen se multiplique por doscientos. Esta expansión provocará la desaparición de Mercurio y de Venus. Antes de explotar, la Tierra dejará de tener agua y vida en su superficie, ya no será más que una bola de roca en estado de fusión. El corazón del Sol se calentará hasta alcanzar los cien millones de grados, ese astro de gas caliente se extenderá hasta la órbita de Marte: ¡los que creen que refugiarse en el planeta rojo sería una solución no hacen sino desplazar el problema! El helio liberado por el Sol también se agotará. El envoltorio del Sol será expulsado en forma de nebulosa y se diluirá en el espacio interestelar (...)

El proyecto de Musk tiene sentido, el del transhumanismo: considerando la duración limitada de la vida del hombre en la Tierra, quiere en primer lugar cambiar al hombre y atribuirle otro biotipo. Por lo tanto, modificar lo humano y expandirlo, incrementarlo, esculpir su hombre nuevo con el transhumanismo, cuyo brazo armado es Neuralink. Después pretende cambiar el medio del hombre y encontrar un lugar de sustitución para este humanoide. Llegado el momento, este posthumano probablemente asumirá almas digitales cargadas en cerebros humanos, tal vez clonados y a su vez incorporados a exoesqueletos. Los hombres vivirán una vida virtual en un universo hostil. Hoy, desprovistos de almas,  ¿quién nos dice que los hombres acéfalos en los que nos hemos convertido no están ya muertos?

Este es un extracto, un adelanto de Ánima. La vida y la muerte del alma, el nuevo libro del filósofo Michel Onfray, publicado por Paidós  este 10 de abril.

Ideas. El País, domingo 7 de abril de 2024.

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