"Sin educación no hay industria ni evolución", decía convencido en 2015, cuando ya vivía amenazado por grupos terroristas por su manera de entender el desarrolllo. La Unesco lo nombró artista para la paz ese año y embajador de Buena Voluntad en 2022. Ha sido impulsor del informe de la Unesco titulado El sector de la moda en África: tendencias, desafíos y oportunidades de crecimiento (octubre 2023), que concluye que hay un creciente interés en el continente por la producción local, particularmente entre los menores de 25 años, que representan más del 50% de la población.
La demanda de la moda hecha en África se ve favorecida por "la floreciente clase media en el continente, que supone más del 35% de la población", así como el rápido aumento del sector digital, lo que facilita el comercio y la aparición de talentos, según la Unesco. Los diseñadores africanos acumalan un patrimonio ingente de técnicas artesanales, como la aplicada en los grafismos del bogolán maliense (tela tintada con arcilla), que intercala tonos terrosos, mostazas, blancos y negros. Son la herencia -junto a joyas y accesorios fabricados con metales, cuentas, cauríes, cuernos o rafía- que conforman unas señas de identidad que revalorizan esos trabajos y los reivindican ante la apropación cultural. A este bagaje se suman también nuevas creaciones originales. Y el compendio se incorpora a la industria textil global con un escenario alentador que, sin embargo, precisa de ajustes en ámbitos legislativos, de inversión, de costes de materiales o de protección de los empleados.
La diseñadora tanzana Doreen Mashika, que estudió en Suiza y abrió su taller en Zanzíbar en 2008, confirma la tesis del informe, en el que ha participado. "Con los avances tecnológicos puedo trabajar con más facilidad. Los métodos de pago, la banca digital o las aplicaciones hacen que todos los trámites y las tasas sean más transparentes", contaba mientras preparaba la colección para la semana de la moda de París. El continente cuenta con 32 semanas de la moda al año, lo que fomenta la difusión y el encuentro entre creadores. Alphadi, que fundó en 1998 el Festival Internacional de Moda Africana (FIMA), atestigua el crecimiento de estos eventos en estos 25 años. "Al FIMA han acudido Yves Saint Laurent, Kenzo, Paco Rabanne, Jean Paul Gautier, Pathe'O, Collé Sow Ardo, Oumou Sy, Maimour...", enumera.
La periodista francesa Emmanuelle Courrèges, autora del libro Africa, The Fashion Continent (Flammarion), concluye que los últimos años se está registrando una expansión general de la moda africana. Se refleja en el número de publicaciones internacionales, Vogue, Busines of Fashion (BOF) y otras importantes revistas informan periódicamente sobre la producción africana gracias a su participación recurrente en las citas internacionales...
Courrèges destaca la explosión de establecimientos de diseño, tiendas on line y otras efímeras con productos del continente. La exposición Africa Fashion que finalizó la primavera pasada en el Victoria and Albert de Londres, museo que por primera vez en sus 170 años de historia mostró la moda del continente con 250 piezas, fue un punto de inflexión. También lo fue que Chanel se trsladara a Dakar en 2022 para presentar, por primera vez en África subsahariana, su colección Métiers d'Art...
Ángeles Lucas. El País, martes 16 de abril de 2024.
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