Precisamente, la redacción de La casa data de la época en que escribió La orilla de las Sirtes (entre 1946 y 1951), novela por la que otorgaron el premio Goncourt que rechazó. Los ecos de Poe, la gran literatura medieval, la tradición celta y bretona -territorios tan caros a Gracq- resuenan en este cuento en el que el narrador juega un rol de moderno Perceval en pos de un grial "apenas imaginado en un secreto rapto de curiosidad", como anota García Cazorla en su esclarecedor prefacio. Entre la memoria y la ensoñación, desliza la experiencia autobiográfica en su narración, en la que, más allá de lo breve, subraya, figuran sus grandes temas: la fascinación que muda en deseo o la mujer fatal, la espera, siempre interminable, como suspense... En fin, una auténtica delicia.
G,Novás Redacción. La voz de Galicia, lunes 25 de marzo de 2024.
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