Max y Bea Lema, el primero y la última que han ganado el Premio
Nacional del Cómic. (Fotos: Alberto Vázquez/F.D Quijano)
Ambos forman parte también del centenar de historietistas españoles que se lanzan el 29 de enero a la conquista de Angulema, la meca del cómic europeo. Su prestigioso y longevo Festival Internacional de la Bande Dessinée ha puesto este año el foco en nuestro país para celebrar un momento de desbordante creatividad que se ve ensombrecido, sin embargo, por la precariedad endémica del sector y por la amenaza de la inteligencia artificial generativa, cuyo expolio de derechos de autor podría verse amparado legalmente por un polémico decreto ley en fase de desarrollo. De todo ello hablamos con Bea Lema.
P.-- ¿Qué relación tiene con Angulema y qué importancia tiene para ustedes acudir al festival?
B. L.- En 2022 estuve seis meses en la Maison des Auteurs de Angulema realizando mi cómic El Cuerpo de Cristo, gracias a una beca de de Acción Cultural Española. Volver allí es reencontrarme con la gente que conocí entonces y con la editorial con la que trabajo. De hecho, el cómic lo publiqué primero en Francia. Me estimula mucho ir al festival por ver todo lo que se publica allí, que es mucho y muy variado, y el punto de encuentro que supone.
P.- ¿Cómo ha amplificado el festival la repercusión de su obra?
B. L.- En mi caso, aunque mi experiencia es corta, el festival me sirvió para tener contacto con los que son ahora mis editores y otros que estaban interesados. Y cuando estuve en la Maison pude hablar con otros autores de muchos países acerca de derechos de autor y cómo negociar un contrato. En ese sentido, Angulema es un lugar idóneo.
P.- ¿Cree que el mercado del cómic español llegará a parecerse un día al francobelga o es soñar demasiado?
B. L.-El caso francobelga es una excepción en el mundo. Envidio su número de lectores y lectoras de cómic y el valor que se da a los artistas en la sociedad francesa. Eso hace que haya más ayudas y apoyos institucionales. Aquí ese reconocimiento no llega hasta que no recibes un premio importante. A mí me siguen preguntando con asombro: "¿Pero realmente vives de esto?".
P.- ¿Cómo impulsó el Premio Nacional del Cómic su carrera?
B. L.- Yo aún estoy viviendo de las consecuencias del premio. He ganado mucha visibilidad y eso ha aumentado las ventas. El libro ha pasado a estar en todas las bibliotecas públicas del país, me llegan un montón de invitaciones para dar charlas y recibo encargos de cartelismo de instituciones que valoran mi trabajo y lo pagan mejor.
P.- Además de conceder el Premio Nacional y financiar el despliegue del cómic español en Angulema, el Ministerio de Cultura ha instaurado recientemente el Día del Cómic y del Tebeo y la Dirección General del Libro ahora lleva el cómic también en el nombre.
M.- Es estupendo y aún tienen que hacer en una cosa : becas, becas, y becas para los autores, ayudas específicas para el cómic.
B. L.- Estoy de acuerdo con eso, porque tener un proyecto de cómic y vivir de la venta de derechos durante el proceso de creación de la obra es muy complejo. También son muy importantes las iniciativas para fomentar la lectura desde la infancia...
Fernando Díaz de Quijano. El Cultural, 24, 1, 2025.