viernes, 7 de febrero de 2025

La alta costura entierra el lujo silencioso en París

Momento del desfile Dior primavera-verano 2025 
de Maria Grazia Chiuri.

Como un oráculo de lo que los dos primeros días de la alta costura de Paris ofrecerían, Daniel Roseberry, diseñador de Schiaparelli, declaraba en las notas a su colección Icarus que inauguraba la semana: "Estoy cansado de que todo el mundo equipare constantemente modernidad con simplicidad". La excursión al barroco del texano comenzó cuando preparaba la colección y visitó en busca de referencias, tiendas de lazos de 1920 y 1930. A partir de ahí surgió la idea de tratar de crear algo "nuevo porque es viejo. ¿Puede lo moderno ser algo trabajado, barroco, extravagante?", se preguntaba. La respuesta quedó en el aire. Una colección compuesta por corsés extremos, tejidos rígidos profusamente adornados, de técnica audaz (plumas bañadas en glicerina para darles peso antes de bañarlas en keratina, por ejemplo) y siluetas que remetían a los grandes couturiers en los que se ha inspirado dejaban poco espacio para el movimiento y la espontaneidad. Pero no son estos últimos, quizá, los objetivos de las compradoras de alta costura.

Cada año durante esta semana se plantea la misma reflexión sobre el significado y la pertinencia de la alta costura. Las cifras hablan por su cuenta: según la Fédération de la Haute Couture se facturaron cerca de 11.500 millones de euros en 2021, con una previsión de 13.500 millones para 2.028. Vestir al 1%  que acapara la riqueza es rentable y mostrarlo en dos citas anuales suele entenderse como una invitación a la fantasía. Las colecciones no tiene por qué responder a las demandas básicas de la indumentaria, y en esta edición esa premisa se ha llevado al extremo dejando atrás aquello del quiet luxury (o lujo silencioso, en español) que pretendía hacer de la riqueza un código solo para iniciados. Aquella supuesta dirección quedó atrás y estos primeros días de desfiles han demostrado que el lujo ya no pretende pasar desapercibido.

María Grazia Chiuri en Dior también se sumó a la opulencia y a la revisión histórica. Homenajes al Dior de Yves Saint Laurent en cuya línea trapecio, creada en 1958, se inspira... Como es habitual en sus desfiles, Chiuri comisionó el trabajo de una artista femenina. Rithika Merchant proyectó nueve pinturas basadas en dibujos botánicos y seres mitológicos que después sería bordadas en paneles textiles por Karishma Swali y los talleres artesanos de la escuela de oficios de Chanakya y que vestían las paredes de la caja instalada en los jardines del Museo Rodin donde tuvo lugar el desfile.

Ayer Chanel siguió en la estela de la exuberancia. En su segundo desfile en el Grand Palais,  que condimenta con su estructura, una pasarela curva en forma de dos ces fue testigo de los 55 pases de la  colección firmada por el equipo creativo de la maison. Siempre con los códigos Chanel: tweed, bolsillos, fornituras trenzadas o lazos, reconocibles en cualquiera de sus prendas, esta colección repleta de detalles se alejaba de cualquier atisbo de sencillez para introducir opulencia en los diseños... este 2025 se cumplen 110 años desde que Coco Chanel abriera su primera tienda de alta costura en Biarritz. Por este motivo invitaron a embajadoras de la casa como las actrices Vanessa Paradis y Marion Cotillard, modelos como Naomi Campbell y a trabajadores de la casa para profundizar en esta particular manifestación de la moda...

Sofía Ruíz de Velasco. París. El País, miércoles 29 de enero de 2025.

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