martes, 24 de marzo de 2020

Arte español en el Pompidou

En España para entender el arte del siglo pasado hecho en este país o por artistas de aquí es necesario viajar a varios museos. Es verdad que buena parte de ese catálogo cuelga en el Reina Sofía, pero para hacerse una idea completa es necesario también los Picasso de Barcelona y Málaga, el Patio Herreriano de Valladolid, el Ivam, las Casa Colgadas de Cuenca, donde está la abstracción y el expresionismo, o algunos centros monográficos como el Esteban Vicente de Segovia, el Guerrero de Granada. Es un viaje excitante,  pero es largo y nos llevaría varios días.
Centro Pompidou de Málaga
En el Centre Pompidou de Málaga, en cambio, se exhibe desde este jueves la muestra De Miró a Barceló. Un siglo de arte español que es un intento por reunirlo todo, ordenarlo por estilos, apellidos, cronología y dejar un largo pasillo por el que entender las noventa obras (tus obsesiones) que abrillantaron a cuarenta y un artistas.
Hace unos días Lipovetsky decía a doscientos metros del muelle malagueño que lo que ha hecho avanzar al hombre no ha sido la ética sino la creatividad. "Frente a la seducción non existe otra opción que la inteligencia", provocó.
A punto de cumplir cinco años -lo hará este próximo día 28 de marzo y París y Málaga renovarán su acuerdo otro lustro más - el centro malagueño inaugura una muestra que califica de colección semipermanente  porque está abierta hasta el 1 de noviembre de 2021. Las dos ciudades han alcanzado, en palabras del presidente del Centre Pompidou Serge Lasvignes, "una historia de amor de novela".
Entre el casi centenar de obras expuestas figura La alfombra azul que Juan Gris pintó en 1925. Hay piezas de María Blanchard y esculturas de Pablo Gargallo, el surrealismo de Picabia (se exhiben obras de otros extranjeros como Giacometti ) y la irreverencia fetichista y sexual de Salvador Dalí en el montaje titulado El zapato de Gala que hizo en 1931 y que retocó en 1973. Hay además siete óleos de Picasso, entre ellos los retratos que el malagueño le hizo a Dora Maar en los años treinta, de cuando el Guernica...
Joan Miró está con sus Personajes y pájaros en la noche, de 1974. Cuelgan también las abstracciones de Antonio Saura, Manolo Millares y Antonio Tàpies, el Exvoto con cabra que Miquel Barceló pintó en 1994 y las turbadoras esculturas de Juan Muñoz, tituladas Cuatro hombres a caballito con cuchillo. En la sala central pende el Passage II de Cristina Iglesias...
Cuando uno pasea estas salas, con la sal de la mar aún en la nariz, olvida las amenazas que acechan fuera y siente que aún hay espacios recogidos en un lienzo donde nada por pequeño que sea conduce a la enfermedad sino a los efímeros destellos de felicidad que al cabo dan sentido a la vida. Frente a la Vista de la bahía de Juan Gris todo encaja, como un cubo perfecto.
Manuel Mateo Pérez. Madrid. El Mundo, jueves 12 de marzo de 2020

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