Fotograma de Especiales |
Los directores franceses Olivier Nakache y Éric Toledano arrasaron las taquillas no ya de Francia, sino de cualquier parte donde se estrenó la película Intocable, la presuntamente entrañable amistad entre un millonario tetrapléjico, sin el menor deseo de seguir tirando, y su asistente negro, un macarra muy jocoso y desinhibido que logra devolverle las ganas de vivir. Todo el mundo se partió de risa y se sintió muy feliz con este cuento que exaltaba con tanta habilidad los buenos sentimientos...
Con Especiales, este dúo de directores humanistas vuelve a demostrar su facilidad para convertir en oro cualquier temática que aborde. Y es dura la que ha elegido para esta ocasión. Ya sé que toda España se rió y también se emocionó un poquito o mucho con la muy meritoria Campeones, que hablaba en tono de comedia de gente discapacitada o con síndrome de Down interpretada por ellos mismos. Pero Especiales habla del autismo más severo y menos pacífico, el que puede agredir severamente al que lo padece o a aquellos que lo cuidan, un universo muy duro que Toledano y Nakache abordan con realismo, con sentimiento, sin edulcorarlo. La protagonizan los miembros de una organización no gubernamental que ejercen de ángeles guardianes, solidarios y sufridores, de personas que sobreviven en un mundo del que nos faltan muchas claves, pero en el que está claro abunda el sufrimiento extremo, la incomunicación más terrible, una oscuridad difícilmente penetrable...
Carlos Boyero. El País, viernes 28 de febrero de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario