Lo han llamado "el pintor de los burdeles", pero ahora una exposición en el Grand Palais de París reclama para él un título más ajustado a su valía: Toulouse-Lautrec decididamente moderno se titula y recopila 225 de sus obras para demostrarlo. Henri de Toulouse-Lautrec fue moderno porque impulsó la fotografía, invento el cartelismo, realizo diseños y dibujos tan atrevidos que aún hoy sorprenden; sus encuadres eran cinematográficos; sus colores estridentes; sus caricaturas se elevaban hasta la categoría de arte. Mientras los impresionistas sacaban sus caballetes al aire libre, este aristócrata lisiado -que apenas superaba el metro y medio de altura por una enfermedad ósea, agravada a sus 12 años, cuando le quebraron los dos fémures y dejó de crecer- se refugió en la noche parisina: se zambulló en ella. Bailarinas y prostitutas son las reinas de sus acuarelas, estampas, ilustraciones y carteles: obras impregnadas de movimiento. Su estilo era fotográfico,espontáneo, vivaz. Fue un precursor de las vanguardias.
Xl Semanal, 12 de enero de 2020
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