lunes, 1 de marzo de 2021

Vincent Cassel y su nuevo proyecto

Vincent Cassel y Tina Kunakey

Son solo unos minutos, entre el "acción" y el "corten", cuando la cámara se pone a rodar, los focos se encienden y el actor se queda solo ante su personaje en un equilibrio precario y sublime en el que todo es nuevo y todo puede suceder. Es el juego. Antes y después de estos instantes mágicos, explica el actor Vincent Cassel (París, 1996), lo que él hace es otra cosa. Las horas de espera. El laborioso montaje posterior. Los viajes. Las entrevistas. La promoción. Es, en resumen, el trabajo. Cuando a finales de noviembre nos recibe en un apartamento habilitado como estudio fotográfico en la rive droite de París, se encuentra no el momento del "juego" sino en el del "trabajo" de la promoción. Este hombre que no deja de sonreír en todo momento, que sabe responder con frases inteligentes, que sabe dar la impresión incluso en algún momento de que revelará algo privado, en realidad está trabajando, y lo recuerda varias veces durante la conversación, porque este trabajo -una "mascarada útil", dirá- es lo que menos le gusta de su vida de actor, aunque lo haga con la profesionalidad de los veteranos.

Cassel es uno de los tres o cuatro actores que ha marcado el cine francés desde principios de los años noventa y uno de sus representantes más internacionales con películas como El odio, Enemigo público número 1, Ocean 13, Cine negro o la más reciente Especiales. Ahora no promociona ninguna película. Los meses de pandemia y confinamiento han dejado a medio gas la industria cinematográfica, aunque él no ha dejado de leer guiones y preparar proyectos. Un nuevo Astérix, una serie de Apple TV, Los tres mosqueteros ... Lo que promociona es nueva campaña junto a su mujer y madre de su hija pequeña, la modelo Tina Kunakey, para la firma de ropa The Kooples...

Cuando se le pregunta que tiene en común el mundo de la moda y el cine, responde: "La representación y el narcisismo". ¿Es él narcisista? "No es que me guste serlo, pero imagino que si no lo fuese un poco, no estaría ahora e un sofá de cuero de color crema contando mi vida", dice. "Es muy raro porque hay contradicciones en este oficio. Está el aspecto narcisista y, al mismo tiempo, sucede que a mí no me gusta verme". Ya no me interesa". Vincent Cassel no mira sus propias películas si puede evitarlo. No le interesan, y punto.

Marc Bassets. Icon. El País, 7 de febrero de 2021.

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