domingo, 13 de junio de 2021

Profesor en Francia, oficio de alta tensión

Didier Lemarie

Es extraño pasear por las calles de París con un hombre que se desplaza acompañado siempre de uno o dos agentes armados. El hombre era, hasta hace unas semanas, profesor de instituto. Se llama Didier Lemaire, tiene 55 años y vive bajo protección desde que empezó a denunciar en los medios de comunicación la presión del islamismo en las escuelas y barrios de Francia. "No tengo miedo, pero vigilo", dijo en una mañana de marzo mientras, junto a uno de los policías que le hacen sombra día y noche, cruzaba a pie la ciudad.

El paseo nos llevó -al profesor, al policía y al periodista- por la estación de Saint-Lazare, por la Ópera y los grandes bulevares, por el Louvre y tras cruzar el Sena por el puente de las Artes, al barrio de Saint-Germain-des-Près. "Lleve usted un día a su mujer a una velada  a la Ópera. ¿Alguna vez ha visto los interiores?", le recomienda al guardaespaldas este hombre de voz suave y melena de medio hippy. Unos metros más allá se detiene ante unas chaquetas elegantes y caras en un escaparate. "Esto no es para mí", suspira.

Podría parecer el paseo de tres provincianos durante un día laborable en la capital. En realidad, aquella conversación peripatética evidenciaba una anomalía francesa: la de un país en que hay dibujantes, periodistas, profesores que corren peligro por expresar sus ideas. No habíamos encontrado otro sitio dónde hablar. Los cafés estaban cerrados por la pandemia, y él no quería que fuese a su casa, ni en Trappes, la ciudad a 30 kilómetros de París donde llevaba 20 años dando clases, cuando, en octubre, su vida dio un vuelco. "Sé que pueden asesinarme mañana", dice.

El 16 de octubre de 2020, un hombre de 18 años y de origen checheno, Abdoullakh Anzorov, decapitó a Samuel Paty, un profesor de Historia y Geografía que acababa de salir de la escuela secundaria donde daba clase en Conflans-Sainte-Honorine, cerca de París. El docente había mostrado brevemente, en una clase sobre la libertad de expresión, una caricatura obscena del profeta Mahoma del semanario satírico Charlie Hebdo. El padre de una alumna que no había asistido a clase aquel día, protestó ante la dirección y difundió mensajes contra Paty en las redes sociales. Los mensajes inspiraron a Anzorov, quien murió por los disparos de la policía después de haber decapitado al profesor. 

"¿Te has enterado?", empezaba el mensaje de móvil que recibió aquella tarde Didier Lemaire. El profesor de filosofía viajaba en autocar con sus alumnos camino de Versailles para ver una obra de teatro. "Por la noche, al volver a casa, me pregunté qué demonios pasa en este país". Y decidió escribir una Carta abierta de un profe de Trappes y conceder entrevistas para hablar de la influencia islamista en la ciudad del Lycée La Plaine de Neauphle, donde dio clase hasta que este invierno se tomó una excedencia. Trappes es el municipio con más yihadistas en Francia: 67 jóvenes partieron de ahí entre 2014 y 2016 para combatir en Siria e Irak...

Marc Bassets. El País Semanal, domingo 6 de junio de 2021

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