Hopare, artista callejero francés reconocido por sus coloridos murales de retratos (sobre todo femeninos) que mezclan abstracción, idealización y esteticismo en fachadas y medianeras de medio mundo, ha dado el salto a la escultura frente a la gran pinacoteca de su París natal. "Estar presente aquí es como crear un puente entre el arte urbano y el clasicismo", declaró Alexandre Monteiro, su verdadero nombre, al montar la instalación el pasado marzo. L exhibición visible hasta el 30 de mayo en la Plaza del Louvre, consta de una serie de cinco cabezas de bronce -cuatro de tamaño natural y una de grandes dimensiones que evolucionan y se deconstruyen. "La gravedad del metal se metamorfosea en filigranas de pan de oro de las que no sabemos si cubren el rostro o emanan de él, trayendo al bronce una fragilidad sin precedentes", explica Hopare, quien pretende lanzar un mensaje de humanidad en estos tiempos pandémicos. Una manera de reencontrarse con el arte mientras los grandes museos de Francia permanecen cerrados.
Jordi Pastor. El Viajero. El País, sábado 8 de mayo de 2021
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