miércoles, 2 de junio de 2021

Un recorrido hasta el último rincón

Muchos peregrinos deciden hoy, como hace años, seguir su Camino, más allá de Santiago y terminar su experiencia en Finisterre o Muxía, donde acaba la Tierra. La pregunta lógica es: por qué un peregrino que hace 600 0 700 años venía a Santiago caminando mil o dos mil kilómetros después seguía hasta el fin de la Tierra, hasta Finisterre y, en algunos casos, hasta Muxía. Porque ni en Finisterre ni en Muxía están las reliquias del apóstol Santiago, claro. Pero ambos se disputan ser el punto final de la peregrinación. 

Son numerosos los estudiosos los que creen que antes de que en el siglo IX se encontrase el cuerpo del Ápostol en el bosque Libredón -donde hoy se alza la catedral- ya había algún tipo de sendero que llevaba hasta el último rincón de la Tierra conocida, y que además era frecuentado. A partir de ahí, el mar desconocido con sus enormes monstruos y con un final que ni siquiera se adivinaba.

De cualquier modo, muchos peregrinos seguían hasta Finisterre y hoy también lo hacen con Muxia ganando protagonismo en estos últimos decenios. De modo que, una vez cumplidos los ritos en Compostela, volvía a echarse a andar por lo que hoy es la calle de las Huertas. Es decir, salían de la ciudad por una puerta inexistente en la actualidad que estaba entre lo que es el Hostal de los Reyes Católicos y el edificio del Ayuntamiento (palacio de Raxoi) y que se llamaba la puerta del Paraíso...

Cristóbal Ramirez. La Voz de Galicia, miércoles 12 de mayo de 2021

No hay comentarios:

Publicar un comentario