Cuidan la precisión histórica, aunque se toman la libertad de la firma del tratado de paz por parte de Charette, cosa que nunca ocurrió. Se muestra la citada rebelión en su contexto, una revuelta convertida en guerra civil, enfrentando a ambos mandos en la región de ese nombre. La escabechina fue brutal, con casi 200.000 vidas perdidas, en su mayoría monárquicos.
Con todo, la película provocó debate, Algunos historiadores locales la acusan de una visión antirrepublicana, católica y monárquica, que no es poco en un país con gran arraigo de sus valores republicanos. Esos millares de fallecidos en su mayoría murieron en los albores de la república, añadiendo así más complejidad al asunto.
A quienes recuerden Braveheart (Mel Gibson, 1995) puede que les suene de algo: rebelión del pueblo llano contra el gobierno en el poder. Con actuaciones en su punto, una precisión histórica cuidada y un enfoque para la reflexión, Paul Mignot y Vincent Mottez se alejan del modelo simple de género para dar algo más. Lo agradecerán quienes exijan de este cine distanciarse del barullo de época.
Álvaro Veleiro. La Voz de Galicia, viernes 15 de septiembre de 2023.
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