Hay excepciones, como en nuestro país el añorado Javier Marías (de cuya muerte se cumplieron dos años hace escasos días), el también fallecido hace pocos meses Cormac McCarthy, o los franceses Michel Houellebecq y Emmanuel Carrère entre otros.
Y entre eses otros está el también francés Mathias Enard (Niort, 1972), padre de una obra profunda y coherente que llegó a nuestro país en los primeros años de la década pasada con la traducción de sus primeros libros. Quizá recuerde el lector Remontando el Orinoco y su adaptación cinematográfica, titulada A corazón abierto y protagonizada por Juliette Binoche.
Durante esos años, Enard recibió algunos de los galardones de las letras más prestigiosas de su país, como el Prix du Livre Inter 2009 por Zona (novela de una sola frase de cuatrocientas páginas) y, sobre todo, el Goncourt en 2015 por el que es su libro más reconocido hasta ahora, Brújula. Una novela en la que el autor mostraba todo su conocimiento no solo de la técnica literaria, sino del Oriente próximo, de su actualidad dramática y de su historia reciente, tan plagada de tópicos que se proponía desmontar. No en vano, Enard es un experto en la materia, traductor del árabe y el persa, y residente durante años en una ciudad mediterránea como Barcelona, donde impartió clases en la universidad...
Se publica ahora en español Desertar, merecedora del premio Camus 2022, que atesora las virtudes de ambos fundamentos de la literatura de su autor: la innegociable y ambiciosa voluntad de estilo (más evidente en Zona) y su no menos importante intención política (presente de forma más clara en Brújula). Lo hace además, con dos historias diferenciadas que transcurren de forma paralela.
En primer lugar, la historia en la que se narran las vicisitudes de un soldado que deserta y que se pone en marcha en busca de un lugar en el que refugiarse. Pero no uno cualquiera, sino un espacio en el que fue feliz en una juventud inocente cuyo recuerdo aparece como vía de escape ante la guerra...
El relato alterno se inicia el 11 de septiembre de 2001, justo antes de que nos llegaran las imágenes de los atentados terroristas de los aviones estampados contra las Torres Gemelas y el Pentágono....Durante aquella mañana del final del verano, en un barco que navega entre Potsdam y Berlín, se celebran unas jornadas de homenaje a Paul Heudeber, un reputado matemático de la antigua República Democrática Alemana...
Un fresco del siglo XX con moralejas desalentadoras, tanto por el propio relato del impacto emocional perdurable de los atentados del 11S, como por las consecuencias políticas que produjo... El mundo se ha desordenado, nadie lo duda. Y aunque el trasfondo de los libros de Mathias Enard quizá resulta demasiado pesimista, nadie puede dudar de su brillantez literaria. Tampoco en Desertar .
Antonio G, Maldonado. El Cultural, 11-10-2024.
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