miércoles, 23 de octubre de 2024

Marjane Satrapi, Premio Princesa de Asturias

Marjane Satrapi, historietista, pintora y directora de cine franco-iraní.

Con Persépolis sorprendió y educó a una generación poco habituada a las viñetas y que veía Irán y la lucha de sus mujeres como algo muy lejano. El Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades celebra la trayectoria y la fuerza de la historietista.

Marjane Satrapi, a principios del siglo XXI encontró en el arte secuencial de las viñetas el espacio desde el que explicarnos su realidad y la historia de su patria. Ella nació en 1969, diez años antes de la revolución islámica y fue testigo de los cambios trascendentales en el devenir de la historia de su país. Nos ha sabido relatar desde la finura del lenguaje del cómic lo que significó el establecimiento de la República Islámica de Irán, que borró las libertades de ls individuos y ha sido especialmente incisiva con las mujeres, a las que anula, reprime e invisibiliza.

Persépolis es la obra más citada de esta autora y con la que se dio a conocer. Surgió como un proyecto de novela gráfica en cuatro entregas de cuadernillos que aparecen entre el año 200 y 2003, y los realizó viviendo en Francia y animada por su entonces amigo el historietista David B., que estaba trabajando en una serie sobre la epilepsia de su hermano. Marjane Satrapi se une a esta vertiente  importantísima de creadores que encuentran en el cómic su voz y su pulsión y reconstruyen su compromiso con el pasado ofreciéndonos testimonios fundamentales. En España tenemos a Carlos Giménez, el gran pionero con su serie  Paracuellos iniciada a mediados de los setenta del pasado siglo que recogía la dura experiencia  de los niños de la posguerra internados en los hogares de Auxilio Social..

La obra de Marjane Satrapi aporta la fuerza de una voz testimonial femenina y una visión trasnacional representada desde los parámetros de sus sorprendentes vivencias en Irán y Europa. La premiada y celebrada creadora reconstruye su pasado desde el desarraigo y nos lleva a una infancia y adolescencia en la que explica, con enorme lucidez, las contradicciones que vivió en su país.

Sus delicadas viñetas, de trazo grueso y en blanco y negro, nos cuentan como ella tuvo que inventarse y las estrategias de resistencia  de su comunidad de familiares y amigos. Fue una niña que creció en una familia laica y progresista que entendió su potencial y la protegió mandándola a estudiar a Viena en su adolescencia...

Hace más de dos décadas este cómic de Marjane Satrapi sorprendió y educó a una comunidad occidental que no era lectora de cómics, que no pensaba en Irán  ni en la lucha y el sufrimiento de las mujeres. L autora lo adaptó al cine de animación con enorme éxito y ha seguido mostrando su valiosa cultura y su comunidad más allá del horror del fundamentalismo. Premiarla es reconocer  a ese Irán lleno de fuerza femenina done el talento y la creatividad  estará siempre por encima de la ceguera de los fanatismos.

Ana Merino. El Cultural, 18-10-2024.

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