Manchester y Liverpool no sirve para mi reportaje. Más bien, te pone en modo sentimental: la protagonista languidece recorriendo ambos lugares, buscando los ecos de un amor pasado. Sí, es pegajosa pero aquí pesa más la cantante que la canción. Marie Laforet se había iniciado en el cine hacia 1959. Irrumpió con A pleno sol, donde convivía con el resplandor animal de Alain Delon en el papel de Tom Ripley.. Al poco fichaba como cantante por el sello Festival, en el momento del apogeo del Extended Play (EP), aquellos manejables discos de 17 centímetros que contenían cuatro temas, con funda acartonada.
Triunfó a lo grande en 1963, con Les Vendanges de l'Amour, que incluso grabó en castellano, Y volvamos al amor. Pero la industria discográfica española, con su énfasis en los EP y los sencillos minimizó la proyección de Marie. En sus álbumes, ella manifestaba una querencia por el folk, con temas de Dylan o Paul Simon, compatible con sus adaptaciones de melodías sudamericanas y otros exotismos: el Paint it Black, de los Rolling Stones, se convertía en una especie de orgía de cosacos. curioso: Manchester y Liverpool fue un éxito clandestino en la Unión Soviética gracias a su uso como sintonía en la información metereológica de la televisión estatal.
Frente a las voces gatunas de tantas estrellas del yeyé, ella cultivaba un estilo variado. Podía cantar a la Virgen María y luego hacer historias tan perversas como Frantz, encarnando a una criatura hedonista, que ignora a su marido agonizante para bailar con un pretendiente. Y algo sabía ella de conflictos matrimoniales: se casó cinco veces.
mi amor a distancia con Marie se agrió en los años de la Transición, cuando se anunció su presencia en un mitin de Fuerza Nueva. No me atreví a acercarme para comprobarlo. En Francia no parecí alardear de militancia política, aunque en 2012 fue condenada con una multa simbólica por discriminación, tras publicar un anuncio buscando una persona para limpiar su apartamento parisino, con la condición de que no fuera musulmana ortodoxa".
Y con todo piqué. En los tiempos finales del Virgin Megastore de Champs Elysées, la cueva de Aladino para discófilos, conseguí una caja de siete CD con lo que Marie grabó para Festival entre 1960 y 1970. incluyendo curiosidades como versiones de sus éxitos en español, italiano, alemán e inglés.
Todo vicio tiene su penitencia. Recientemente, ha salido una caja -no mucho más cara- verdaderamente integral, comprendiendo todo lo que hizo para diferentes compañías: casi 400 canciones repartidas en 18 CD. No sé si mi pasión por Marie Laforêt llega hasta tanto. Aunque allí está su despedida a los Beatles ( Il a neigé sur Yesterday ) y el testimonio de sus directos . Hmmm.
Diego Manrique, El País 7/9/2024.
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