jueves, 7 de abril de 2016

Diario de un vampiro en pijama

Mathias Malzieu.  Foto: Baltel/Sipa
El escritor y cantante Mathias Malzieu describe en un diario como superó una enfermedad grave de difícil tratamiento. A finales de 2013, al compositor y escritor francés Mathías Malzieu (Montpellier, 1974) le diagnosticaron una enfermedad san-guínea: aplasia medular, también conocida como interrupción del funcionamiento de la médula ósea. No era la noticia que esperaba un hombre joven de 40 años en plena ebullición creativa, cantante del grupo indie-pop Dyonisos y autor de la popular novela La mecánica del corazón - llevada al cine por él y Luc Besson-. Desde el primer día, Malzieu comenzó a escribir un diario personal en que narraba su enfermedad, esa que finalmente superó justo un año después. El resultado de esas notas es el recién publicado Diario de un vampiro en pijama (Reservoir Books) , que recoge las ganas de vivir de cerca la-noche-más-allá-de-la-noche. "Al principio no pensé. Mi cabeza se conectó automáticamente en modo combate. Entonces hacía seis años que trabajaba en la película de animación Jack y la mecánica del corazón, quería defender ese proyecto hasta el final, hacer la promoción... Me hizo falta mucho valor. Así que el primer pensamiento fue el reflejo de continuar, a cualquier precio, para terminar lo que había puesto en marcha años atrás... Empecé a escribir simplemente algunas notas, pero, cuatro o cinco días después de la primera salida del hospital, tuve que volver para que me hicieran transfusiones. Alli me topé con un montón de gente que estaba como yo esperando para hacer su transfusión. Tuve la sensación de que estaba en una especie de sociedad secreta extraña, en una sociedad de vampiros, en la que todo el mundo necesitaba sangre. De ahí el título. Para mí fue una manera de distanciarme de la realidad y de confrontarme a ella al mismo tiempo.... Me pareció el título más justo y decidí conservar el formato diario del libro hasta el final. La referencia al pijama alude a  los sueños, a nuestra parte más infantil y, a la vez al hospital. La mezcla de todos esos elementos dio al título un tono más divertido que es algo que siempre reivindico. A mí me ha impresionado muchísimo que profesionales de todos los niveles -desde le médico de trasplantes al asistente sanitario- cada vez que entraban en mi habitación, estaban muy presentes. No solo me conectaban el antibiótico, me hablaban de poesía o simplemente de fútbol.....
Beatriz Pérez. Barcelona. La voz de Galicia, lunes 7 de marzo de 2016 

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