sábado, 30 de abril de 2016

El traumatismo de los Halles

Ahora que una parte del nuevo espacio acaba de inaugurarse, volvamos a la historia tumultuosa de este barrio en el corazón de París. ¿Demasiado opaco? ¿Demasiado amarillo? ¿Demasiado caro? No le pregunten a David Mangin lo que piensa de la Canopée inaugurada el 5 de avril. El arquitecto que supervisa la renovación de los Halles prefiere esperar a que los jardines estén acabados para emitir un juicio. Desde 2002, este hombre discreto aprendió a encajar los golpes y callarse,"Estamos pagando la destrucción de los Halles, el traumatismo sigue estando ahí", confiesa al recordar su "recorrido de obstáculos" entre las criticas de la prensa, los regates de los colegas y los recursos del vecindario. ¿El traumatismo de los Halles ? Desde Philippe Auguste (1165-1223), el barrio es el reino de los comerciantes. Es en Champeaux, un lugar en las puertas de París donde el rey de los capetos decide deslocalizar una feria  situada más al norte y construir dos halles/mercados de madera. El mercado no deja de crecer atravesando los siglos. Louis Napoléon Bonaparte, preocupado por modernizar este lugar de estilo medieval, emprende la estructuración de sus halles centrales. Baltar construye un primer edificio en 1851. Demasiado masivo, juzga el Emperador. "Son unos enormes paraguas lo que necesito, nada más" habría exclamado antes de ordenar su destrucción. Bajo la batuta del barón Haussman, revisa su copia. El vientre de París que tanto gustaba a Zola entra en la leyenda. Hasta 1969 es la despensa del Hexágono. Bajo los pabellones, cada noche, el comercio llega a su apogeo y se desborda por las calles adyacentes. Los fuertes de los Halles se pliegan bajo las carcasas de buey, las carretas saturan los paseos, las señoras del pescado hablan a gritos....Pintoresco pero insostenible.! Hay que trasladar los Halles! La decisión se tomó en 1959 pero fue hasta diez años más tarde que el mercado se estableció en Rungis. Para entonces, las asociaciones se conmueven con la destrucción del barrio y con el regalo que se hizo a los promotores. !Es la Francia de Doisneau y del vinito blanco la que se está asesinando! Pero las excavadoras se encarnizan con los pabellones aéreos....
Corinne Bouchouchi. L'OBS, 7-4-2016

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