Gato Barbieri. |
ción, mientras que el sonido de un saxo expresaba lamentos. Eran el anticipo y la simbiosis perfecta de una historia febril, brutalmente emocional, en carne viva, de un lirismo que hace daño, con una interpretación de Brando que está más allá del elogio, en la que volcó muchas y dolorosas cosas de sí mismo. Las pinturas iniciales eran de Francis Bacon y la banda sonora la había creado Gato Barbieri, con la impagable colaboración en los arreglos del gran Oliver Nelson. Aquella música y ese saxo que rugía, lloraba, gritaba, inquietaba, reflejaba el luto, el romanticismo más duro, desesperación, resultaban inseparables de las imágenes, eran estados de ánimo, era pura seducción. Los sonidos que ambientan la febril carrera en el amanecer de París de ese Brando borracho, persiguiendo a su último tren vital, representado por esa mujer joven, sofisticada y ya desencantada de un juego tan sensual como peligroso con un desconocido blasfemo y erótico pero que también está envuelto en tragedia, o al final del estremecedor monólogo de Brando ante el cádaver de su suicidada esposa, te alborotan el corazón para el resto de tu existencia. O por lo menos el mío. Y ya sé que versiones edulcoradas de la aquella banda sonora suenan plácidamente en los ascensores y en los escenarios más descafeinados. También suena Van Morrison..."Para que la desesperación se venda bien, solo es preciso encontrar una fórmula", aseguraba Léo Ferré. ... Después de aquel hermoso conocimiento, seguí durante varios años las huellas de Gato Barbieri. Recuerdo discos irregulares con momentos sublimes....Solo sé que desde el maravilloso John Coltrane, ningún saxo me había llegado tan dentro como el de Gato Barbieri.... Leo que Gato Barbieri ha muerto arruinado y solo.Y me conmueve. ...Ojalá que su orgullo o la creencia en su arte le evitaran sentirse demasiado solo...
Carlos Boyero. El País, Babelia 09.4.16 Crédits photo : Pochette de l'album "Caliente !"
No hay comentarios:
Publicar un comentario