viernes, 19 de agosto de 2016

Donde todo es posible

Donde todo es posible era el título que había asignado a mi texto que finalmente nombré Écrire et tricoter/Escribir y tejer. La irrupción en el libro del que les hablaba, de esa imagen, muy similar a la  que da nombre a este blog, provocó la sustitución del título previsto. El sentido de Leer y tejer lo expuse en los primerísimos artículos de 2011. Primero fue leer, después tejer. En mi caso faire du crochet/ tejer con un crochet/ganchillo, una variante de tricoter/tejer con agujas que es lo que hacía la abuela de L'origine de nos amours. El objetivo y el modo de hacer son los mismos. Los describe muy bien el abuelo del narrador cuando desarrolla la imagen:" dar calor, abrigar a la gente... A través de líneas, filas, poco a poco el motivo va apareciendo".  A mí me parece que el significado de Leer y tejer es evidente. Pero por las preguntas y algunos comentario de los lectores percibo que no lo es para todo el mundo. Cuando hablo de tejer lo hago en sus doble acepciones: real y figurada. Es cierto que siempre me gustó el crochet y que he abrigado a muchas amigas con los chales que tejí y ahora a algunos bebés con pequeñas mantas de cuna. En sentido figurado, con mis escritos pretendo sustituir esos chales por una red de palabras que me gustaría que diesen calor a los que las leen. Si prefiero la palabra tejer a escribir que es lo que hago, probablemente sea un homenaje a mi madre que, como la abuela del narrador, nos abrigó, nos dio calor con su tricoter, su faire du crochet . Me alegró mucho compartir la imagen de mi leer y tejer con écrire et tricoter de Erik Orsenna. El  la eleva a las alturas de la música de !!Bach!!. Unos meses antes sentí una emoción parecida con el psiquiatra y escritor Boris Cyrulnik, el gran divulgador de la resilencia. En una de sus últimas entrevistas, que ya cité en Libros y felicidad, a la pregunta sobre qué es la felicidad, respondía que nadie puede definirla. "Es algo que se tricota cada día"... Estas gratificantes coincidencias con escritores consagrados para una aficionada de la escritura, como yo, me animan a continuar escribiendo, tejiendo la red de amistad que pretendo. Se mueven las manos sobre el teclado y, al igual que el crochet enlaza los hilos, enganchan texto con texto, libro con libro  para unirlos en un manto. 

 Estaré una semana en un lugar entre montañas sin internet. Trataré de no romper el lazo. esa es la razón de que publique hoy estas líneas, alterando el orden habitual del blog. En todo caso, si Leer y tejer  se apaga, volverá dentro de una semana.

Carmen Glez Teixeira

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