domingo, 7 de agosto de 2016

Heridas de muerte las palabras

La promenade des Anglais. Niza
 Un verso del poema Nocturno (1937) de Rafael Alberti: Siento esta noche heridas de muerte las palabras, que conocemos bien los que vivimos los años del final de la Dictadura y la Transición vino a mi pensamiento, con la voz de Paco Ibañez, mientras leía el artículo publicado por Le Magazine Littéraire, (21-7-16) firmado por Simon Bentolila que recoge  lo que dijeron algunos escritores sobre el atentado que causó la muerte de 84 personas y 331 heridos  la noche del 14 de julio en Niza. Son escritores vinculados a la ciudad,  porque nacieron y crecieron allí como Jean-Marie-Gustave Le Clézio; viven en esa ciudad: Max Gallo; estaban en Niza la desgraciada noche como Joann Sfar o muy cerca, en Avignon, Christine Angot. En el mismo artículo Simon Bentolila incluye otros dos textos de opinión, uno de Bernard Henry Lévy publicado en Le Point y a su vez en El País (19 -7-16), el segundo de Boralem Sansal, ( Le Monde, 19-7-16 ).

J.M.G. Le Clézio expresa su dolor, sus preguntas y también sus recuerdos sobre Niza, a la que llama la ciudad de los tejados naranja, en la que no solo nació y creció sino donde también hizo sus estudios universitarios y publicó, a los 23 años, su primer libro, Le Procès-verbal  (premio Renaudot 1963).  Entre esos recuerdos el origen de La promenade des Anglais, el lugar donde ocurrió el drama. A principios del siglo XIX era un modesto sendero pedregoso llamado le Chemins des Anglais, de una anchura de dos metros que bordeaba el mar.  Cuando los ingleses empezaron a frecuentar la ciudad para pasar el invierno iniciaron un intercambio diario con los habitantes del lugar  entre un cesto de pan por otro de cantos rodados, probablemente los mismos guijarros que sirvieron para la construcción de la gran avenida frente al mar. En su evocación surgen Paul Valéry y  la pintora Marie Banskirtreff que también vivieron en Niza. Dolor, pena, cólera:"Matando a esos inocentes el asesino destruyó, sableó, y rompió lo que nos une: la vida ordinaria, con sus pequeños placeres, sus  leves historias de amor en la playa de las piedras humildes, sus juegos de niños de gritos estridentes..." "Maldito sea el asesino que abrió esta herida en la ciudad". Max Gallo,( La Bahía de los Ángeles, 1976)  cuatro días después del atentado dijo que se había sentido deslumbrado en el sentido de un meteorito al enterarse de la tragedia y que aún no se había repuesto de la impresión. "Sigo allí y vuelvo a ver las imágenes de mi propia vida con la Guerra, la Liberación, los conflictos y caigo de nuevo sobre la realidad, ese crimen, esa masacre premeditada."  Por su parte Joann Sfar (dibujante y guionista de comic, L'éternel), que se encontraba esa noche en la ciudad dice que nunca sintió tanta vergüenza por el tratamiento que los medios de comunicación dieron al acontecimiento y cree que hubiera sido distinto si la masacre hubiese ocurrido en París. Esa noche Christine Angot estaba en el Festival de Avignon, asistía a la representación de "Les Damnés" de Ivo Van Hove. Una obra en la que se recogen las cenizas de una familia nazi mientras los actores disparan balas de fogueo sobre el público. Imposible para ella no establecer un lazo entre la obra y lo que ocurría en esos instantes en Niza.


Bernard-Henri Levy, (La izquierda en tiempos oscuros....2007), en Errores tras la matanza de Niza, El País, 19-7-16, enumera, a su entender, los errores en los análisis sobre lo ocurrido. A la pregunta ¿Psicópata o terrorista? responde, "era un psicópata y un terrorista". "el doble rostro de la barbarie". Segundo, la influencia sin contagio. No hay lobos solitarios. "Se puede ser un soldado del nuevo ejército y no haber sido reclutado, ni adiestrado, ni siquiera contactado nunca." Tercero, la reivindicación, "sin la menor importancia para Daesh, el islamismo es oportunismo, una retórica chapucera a la que no guía ninguna moral". Cuarto, "¿Un islamista que no iba a la mezquita? ¿Que no guardaba el Ramadán? ¿Que bailaba salsa? ¿Que bebía cerveza? Pues sí. Porque el islamismo ya no es una religión sino una política, es antes que nada una variante de esa forma genérica de política que desde hace un siglo llamamos fascismo.  El vínculo con el Islam sigue siendo intenso, esencial y constitutivo pero es más difuso  a medida que penetra en la vasta y nebulosa periferia en la que se activan los ultimi barbarorum". Quinto, ¿"Por qué Niza, finalmente? ¿Por qué Francia? ¿Y qué pecado hemos cometido? Otra pregunta errónea. El yihadismo golpea por todas partes. Le sobran objetivos y escoge según la lógica de la pura oportunidad". "La tentación de sobreinterpretar es una de nuestras debilidades", concluye el autor. Por el contrario, Boualem Sansal (escritos argelino, Le serment des barbares, 1999), en una tribuna de Le Monde del mismo 19 de julio, defiende una cierta lógica en la actuación de los terroristas. Compara su estrategia con la del FLN (Frente de Liberación Nacional) durante la Guerra de Argelia. "La elección de la fecha muestra, como cada vez,  cuanta importancia conceden los islamistas a los símbolos". A la pregunta sobre qué va a pasar ahora responde:"Nada, enterraremos a los muertos, cuidaremos a los heridos. Y la vida retomara su curso a trompicones". Sin embargo presagia una evolución en el plano terrorista, en el modo de operar para producir el efecto más importante con el coste más bajo. La estrategia  del FLN. Por ello  y sabiendo que su posición no será compartida por un buen número de franceses, propone al ejercito francés un método de trabajo similar, salvando las distancias, al que llevó a cabo entonces.

La noche del atentado dormía en Madrid, en casa de mi hijo. Él me dio la noticia. Por su trabajo, siguió la noche en la televisión, horrorizado por la masacre, asqueado por la actuación de los medios de comunicación. La tarde anterior acababa de llegar de uno de los viajes más agradables de estos últimos años, una semana con mi amiga C.  en el triángulo vasco: Bilbao, San Sebastián, Vitoria.  Ciudades por las que pasé muchas veces, siempre deprisa, casi huyendo, y en las que, durante estos días, la sorpresa mayor fue la acogida tan amable y simpática de sus habitantes. Una disposición hacia los demás, una atención a las dos viajeras, adelantándose a nuestras preguntas, cuando plano en mano estudiábamos el recorrido, como no recuerdo haber vivido. Como si hubiese un deseo inconsciente de recuperar los años de silencio, de plomo, los años de vidas y  tiempo perdidos...

Carmen Glez Teixeira

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