martes, 1 de mayo de 2018

Marc Pataut, en el Reina Sofía

Foto de la exposición Primeras tentativas de M. Patout
La deriva esteticista de muchas obras de denuncia social puede  banalizar  y trivializar el discurso hasta hacerlo inane. No es el caso de Marc Pataut que admitió ayer el gran peligro de "esta práctica tan extendida en el arte contemporáneo y también en algunas organizaciones". Uno de los primeros trabajos creativos de este fotógrafo francés de 65 años fue impartir un taller a niños psicóticos. Pataut les repartió cámaras Instamatic que se convirtieron en un juguete y en una especie de prolongación del cuerpo de los menores. Lo que menos importaba era el encuadre de las imágenes y lo que más se buscaba era la interacción, la creación de un espacio de libertad y de colaboración entre los muros de la institución hospitalaria. "No hacían fotos solo con lo que veían a traves de los ojos, sino con cualquier parte de su cuerpo", explicó el fotógrafo al inicio del recorrido  de su primera exposición individual en España que se inauguró  el 25 de abril en Madrid, en el Museo Reina Sofía, en el marco del festival PHoto España. Corrían los años ochenta y aquel trabajo resultó fundacional para el trabajo posterior de Pataut... " Me encontré con niños que sufren y me dí cuenta de que había que hacer algo. Repartí cámaras desechables. Sus fotografías me conmovieron....
Los trabajos de la década de los noventa constituyen el foco de la exposición Marc Pataut. Primeras tentativas, que reúne 300 imágenes hasta el 27 de agosto en el museo, emplazado en el antiguo hospital general de Madrid. Jorge Ribalta, comisario de la muestra, destacó el testimonio de Pataut del surgimiento del precariado "como nuevo sujeto político con el advenimiento de la hegemonía neoliberal que se instala definitivamente en Francia en aquellos años. "Su obra da visibilidad a los más desfavorecidos", sostuvo Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía y no solo reinventa el documental  sino que forma parte de él: convive con los colectivos representados como mediador, no es un trabajo contemplativo, la cámara  es un elemento de mediación con los demás y se convierte en un trabajo de denuncia política y de la institución artística"...
Ferran Bono. Madrid.El País, miércoles 25 de abril de 2018

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