Fotograma de La mujer que sabía leer |
Y claro, aparece. Con estos mimbres son múltiples las posibilidades de desarrollo de la historia, basada en una novela de Violette Ailhoud, escrita en 1919 a los 84 años, de título original bien distinto al del estreno español de la película, El hombre semen, y de corte autobiográfico: ella era una adolescente cuando en verdad su pueblo se quedó sin hombres por las guerras. ¿Qué le ocurre a los cuerpos y a las mentes ante semejante tesitura?
Francen prefiere el sosiego y un cierto onirismo a la desesperación y el combate abierto, lo que en algún momento lleva al pensamiento de que algunos aspectos del relato pueden estar desaprovechados. Sin embargo, con la metáfora de la siembra siempre presente, la directora francesa, debutante tras ser ayudante de dirección de Olivier Assayas y Michael Haneke, aporta reflexión y mesura y deja abiertos los posibles paralelismos con un presente donde el feminismo en lucha ha llegado para quedarse.
J. O. El País, viernes 11 de mayo de 2018
Francen prefiere el sosiego y un cierto onirismo a la desesperación y el combate abierto, lo que en algún momento lleva al pensamiento de que algunos aspectos del relato pueden estar desaprovechados. Sin embargo, con la metáfora de la siembra siempre presente, la directora francesa, debutante tras ser ayudante de dirección de Olivier Assayas y Michael Haneke, aporta reflexión y mesura y deja abiertos los posibles paralelismos con un presente donde el feminismo en lucha ha llegado para quedarse.
J. O. El País, viernes 11 de mayo de 2018
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