El bosque de Darney |
Allí en uno de los robledales del bosque de Darney, entre ciervos y jabalíes y cerca de las míticas viñas de la Borgoña francesa, las uvas de esa zona, la pinot noir y la chardonnay, formalizaron hace más de 2000 años una de las relaciones más duradera y sabrosas de la historia. Le pidieron a la bellota que les protegiera y les ayudara a crecer y desarrollar todas sus cualidades.
Desde entonces las barricas de roble francés cuidan, preservan y condimentan algunos de los vinos más reconocidos y prestigiosos no solo en la Borgoña francesa, sino también en el resto del planeta. La pregunta es por qué. ¿Qué vieron los romanos cuando conquistaron la Galia en los contenedores de madera que ya utilizaban Astérix y Obélix?¿Cuáles son los secretos que convierten algunas barricas de roble francés en objetos de culto enológico? ¿Es cierto que se puede saborear la historia en un sorbo después de los doscientos años que necesita un roble francés?
"El vino te cuenta una película cargada de aromas, sabores, experiencia y tradición. La uva es la protagonista, pero por una parte se la transmite la madera. De lo que se trata es de lograr que el roble te cuente su historia, pero con las palabras que tu quieres con los adjetivos que tu le pidas", asegura el director gerente de las Bodegas Luis Alegre, Alejandro Simó. Él conoce perfectamente ese roble, el Quercus petrea. Fue tonelero antes que enólogo y productor de sus propios vinos.
En un viaje sin precedentes al corazón de Borgoña, Simó ha embarcado a algunos de los mejores sumilleres de este país para descubrir sobre el terreno los secretos de la madera, desde el bosque hasta las manos de los artesanos pasando por el aserradero y por uno de los mayores parques del mundo de curado de las duelas...
Pedro Gorospe. El País Semanal, 15 de febrero de 2019
"El vino te cuenta una película cargada de aromas, sabores, experiencia y tradición. La uva es la protagonista, pero por una parte se la transmite la madera. De lo que se trata es de lograr que el roble te cuente su historia, pero con las palabras que tu quieres con los adjetivos que tu le pidas", asegura el director gerente de las Bodegas Luis Alegre, Alejandro Simó. Él conoce perfectamente ese roble, el Quercus petrea. Fue tonelero antes que enólogo y productor de sus propios vinos.
En un viaje sin precedentes al corazón de Borgoña, Simó ha embarcado a algunos de los mejores sumilleres de este país para descubrir sobre el terreno los secretos de la madera, desde el bosque hasta las manos de los artesanos pasando por el aserradero y por uno de los mayores parques del mundo de curado de las duelas...
Pedro Gorospe. El País Semanal, 15 de febrero de 2019
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