La idea en sí cuenta con un fuerte apoyo en Francia: dotarse de instrumentos que frenen la expansión de mensajes en las redes sociales que incitan al odio o incluso a la violencia. La vía para ello -que da la mayor parte de la responsabilidad de esta tarea a las plataformas de internet, que deberán retirar en un máximo de 24 horas los agravios de sus webs bajo penas de fuertes multas- suscitan, sin embargo, dudas entre quienes consideran que puede aumentar la censura de contenidos. Aún así, la propuesta de ley contra el odio en línea fue aprobada ayer por una amplia mayoría en la Asamblea Nacional, acelerando su próxima entrada en vigor.
Un total de 434 diputados votaron a favor y 69 abstenciones. La ley nace a propuesta de la diputada Laetitia Avia, de la República en Marcha, el partido del presidente Emmanuel Macros. Una legisladora que sabe muy bien lo que es ser víctima del ciberacoso y racismo. El texto de la nueva norma, aseguró Avia durante su discusión en los pasados días, "lleva mi historia, la de una mujer que ya no acepta ser insultada y tratada de negra en las redes sociales".
El principal recelo a esta ley, manifestado principalmente por los diputados del partido de la izquierda radical Francia Insumisa, es que la responsabilidad recaiga sobre las plataformas, lo que podría llevar a estas a preferir retirar un contenido en caso de duda en vez de arriesgarse a una multa. "Están confiando la censura a Google, Facebook, a Twitter, una censura privada sobre todo. Peor aún, : una censura tecnológica", recriminó uno de sus diputados, François Ruffin...
Silvia Ayuso. París. El País, miércoles 10 de julio de 2019
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