El segundo sexo fue un terremoto. Solo en la primera semana vendió 22.000 ejemplares, cifra que no alcanzan jamás, en toda su existencia la mayoría de libros que salen al mercado. ¿Cómo explicarlo? ¿Qué podía motivar la inmensa, inmediata fascinación del público?... Su autora, una tal Simone de Beauvoir, había publicado algunos ensayos filosóficos, género que nunca ha sido demasiado popular y un par de novelas (La invitada y La sangre de los otros), bien recibidas sin más. Sonaba también como miembro de la élite intelectual parisina. Era, en fin, conocida pero no famosa. No era, por lo tanto, su nombre lo que hacía vender. Las razones hay que buscarlas en el libro; pero cuáles?
El tomo que salió a la venta aquel 24 de mayo de 1949, no prometía precisamente una lectura fácil. Se trataba, por el contrario, de un grueso y erudito volumen, el primero de dos (el segundo saldría dos meses más tarde), subtitulado Los hechos y los mitos y con la garantía de la muy seria editorial Gallimard. Quizá no había sido sorprendente que se convirtiera en un long-seller, un éxito a la larga, como ocurre a veces con obras académicas que de boca a oreja van ganando reputación hasta convertirse poco a poco, en clásicos (como ha sucedido por ejemplo con Orientalismo, de Edward Saïd), pero madera de best-seller no parecía tener. ¿Entonces?
Era el tema, combinado con el punto de vista. La mujer: gran tema, gran polémica, gran misterio...A la vista está que el tema que Beauvoir ataca en El segundo sexo es un tema que interesa, que apasiona... pero que ha sido abordado, sobre todo, desde fuera: por hombres... Beauvoir fue la primera no en señalarlo pero sí en teorizarlo. Aplicando el postulado de la teoría existencialista :"la existencia precede a la esencia", ella afirma que no hay "esencia" femenina, sino una construcción social elaborada por un sistema cuyo centro es el varón. La impactante novedad de su libro es que es una mujer y no cualquiera : una mujer con autoridad, formación, ambición intelectual, la que habla de las mujeres. El segundo sexo es un recorrido apasionante -lo era en 1949 y lo sigue siendo en 2019- por lo que significa ser mujer, desde todos los puntos de vista, biológico, teológico, histórico, psicoanalítico... y también como experiencia vivida...
Laura Freixas. El Mundo, domingo 21 de julio de 2019
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