domingo, 13 de octubre de 2019

El premio que descubrió un nuevo continente literario

No siempre el talento y el esfuerzo bastan para fabricar un clásico. A veces un buen premio en el momento adecuado ayuda.
Es el caso de Marcel Proust. Hace un siglo, el 10 de diciembre de 1919, A la sombra de las muchachas en flor, segundo volumen del ciclo novelesco En busca del tiempo perdido, recibió el Goncourt. La elección, que desató una polémica virulenta, propulsó a Proust a la condición de clásico vivo. Consagró al Goncourt como el premio de los premios, estatus que todavía ostenta. Y colocó a Gallimard como el sello de calidad que en las décadas siguientes contriburía como ningún otro en Francia a confeccionar el canon. 
"La fecha de 1919 es histórica para la literatura francesa", resume el escritor Pierre Assouline en un café cerca del Arco del Triunfo en París. "Fue el año que lanzó a Proust, hasta entonces desconocido. Lanzó el Goncourt, el premio más prestigioso del palmarés. Y lanzó Gallimard, que hasta entonces había sido una editorial pequeña".
Assouline es un proustiano reconocido, biógrafo de Simenon y Hergé, y autor, entre otras novelas, de Regreso a Sefarad, que la editorial Navona acaba de publicar en castellano, en traducción de Phil Camino. Además es uno de los 10 miembros de la Academia Goncourt.
Después de la conservación con Babelia, el martes pasado, Assouline preveía asistir al almuerzo mensual del Goncourt. Era un día especial, porque debía reducirse a nueve la lista de las obras finalistas. Todas son novelas publicadas durante el año, la mayoría durante la rentrée, el inicio de curso en el que, de golpe, aterrizan en las librerías 336, la cifra de 2019. El ganador se decidirá el 4 de noviembre.
El poder de estos jueces vitalicios y no remunerados era y es inmenso. En la época de Proust, el premio, cuya dotación procedía de la herencia de los hermanos Jules y Edmond de Goncourt y que se concedía desde 1903, constaba de 5.000 francos. Hoy es un cheque de 10 euros. El verdadero premio son las ventas, que superan los 100.000 ejemplares; traducciones a decenas de lenguas, las adaptaciones al cine. Y el reconocimiento. Desde Proust, lo han obtenido Malraux, Beauvoir, Modiano, Duras, Houellebec, por citar a unos pocos... Hoy el premio es multinacional. Existen 18 goncourts extranjeros, con jurados formados por estudiantes de francés de cada país, además del Goncourt de los estudiantes del Instituto de Francia y el Goncourt de la primera novela, del relato corto, de la poesía y de la biografía. Desde el Femina al Renaudot, los premios que nacieron tras el Goncourt siguen definiendo gustos y tendencias...
Marc Bassets. Babelia- El País, sábado 5 de octubre de 2019

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