Jean Dubuffet en el IVAM |
En su credo del art brut, no jerarquizaba entre el dibujo de una mujer ingresada en el psiquiátrico o el de un preso y el de un artista reconocido. En sus escritos, expresó su hartazgo con los izquierdistas situacionistas de Mayo del 68 que, precisamente, reivindicaban sus críticas a la cultura dominante. Practicó la pintura, la escultura, el montaje de marionetas, la música atonal y la escritura. Trabó amistad y colisionó con el padre del surrealismo André Breton y con el escritor y etnógrafo Michel Leiris, entre otros destacados artistas e intelectuales, pero al poco dejaba de dirigirles la palabra. Las discusiones entonces no se superaban fácilmente. Eso sí, nunca dejó de admirar a Henri Michaux, autor de Un bárbaro en Asia, en el que el poeta y pintor relata su viaje por China, Japón y otros países, y como allí descubre su condición de salvaje.
La exposición Jean Dubuffet. Un bárbaro en Europa, que se presentó ayer en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), toma prestado el título de Michaux para mostrar las diversas caras del artista francés, "un hombre muy complejo , un anarquista de derechas al que en Francia a veces se le trata con la misma incomodidad que produce Céline, cuya obra él apreciaba", comenta Jean-François Chougnet, presidente del Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo de Marsella (Mucem). Este centro coproduce la muestra junto al Museo Etnográfico de Ginebra, donde recalará después de su clausura en Valencia...
Ferran Bono. Valencia. El País, martes 8 de octubre de 2019
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