La gran mole del Midi d'Ossau. |
Desde la primera ascensión a su cima (2.884 metros), en 1787, el Midi d'Ossau ha cautivado a montañeros y escaladores de ambos Pirineos. Y no solamente a ellos. Su silueta reclama la atención de cualquiera: las dos cumbres principales, en forma de cuernos, se recortan limpiamente en el horizonte sin otras elevaciones de su porte alrededor. "Es una montaña solitaria, bífida, sobre todo vista desde Pau", la describe Ravier, quien reside en esta ciudad francesa. "Y es especialmente porque tiene dos ambientes muy diferentes en sus vertientes norte y sur"....
La negra piel del Midi atrae al llegar a Pomble; imposible apartar la mirada. Un vasto paredón de roca andesita que delata el origen magmático de la montaña. Lo que contemplamos es el interior de un volcán: formado hace unos 300 millones de años, el cono se desgarró y la posterior erosión dejó a la vista el contenido de la chimenea, una mole de dura piedra -lava solidificada en su origen- repleta de cicatrices por las que ahora progresan cordadas de escaladores. Hacia el lado opuesto se distingue el valle de Arrious y las puntas del Pic Palas y el fronterizo Balaitus el primer gran tresmil de la cordillera desde su extremo occidental...
Antes de regresar a España por el Portalet, conviene conducir unos kilómetros en dirección contraria hasta Port de Camps para llevarse un buen sabor de boca; un trozo de fromage d'Ossau elaborado artesanalmente en una queseía anclada, como el Midi d'Ossau, en épocas más pretéritas.
Jordi Pastor.El Viajero. El País, viernes 4 de octubre de 2019
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