lunes, 11 de mayo de 2020

Whatsapps de amor

Fotograma de Conquista a medias
Una película de Netflix, Conquista a medias (The Half Oft It), aspira a convertirse en una de las sorpresas de nuestra obligada etapa de cine en casa. El segundo largometraje de la estadounidense de origen asiático Alice Wu, basado libremente en Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand, tiene además algo distintivo de sus hermanos mayores del sigloXX: un tono mucho más calmado y elegante, tenue y cálido, quizá más relacionado con el cine indie que con el producto comercial de estrellas de físico rotundo. Un matiz representado por la encantadora protagonista que interpreta Leah Lewis, tan reconocible en las aulas contemporáneas: la empollona a la que pocos hacen claso en clase y recreos salvo para encargarle, a cambio de dinero, la realización de los trabajos que por vagancia o falta de inteligencia otros deciden no llevar a cabo.
Conquista a medias añade un cambio esencial respecto a la obra de Rostand y de la maravillosa adaptación de Jean-Paul Rappeneau: aquí son una chica y un chico los enamorados de la misma joven, con la consiguiente diversidad sexual. Y para completar el conjunto, en los diálogos de Wu, también guionista, se acude a referentes tan insólitos como A puerta cerrada, de Sartre, las novelas de Kazuo Ishiguro, las películas de Win Wenders y las dos míticas Hepburn del cine. Con líneas y réplicas de excelente nivel... 
Las nuevas vías de comunicación se imponen. Ya no hay cartas de amor sino whatsapps, pero las emociones son las mismas. El amor no se finge y su complejidad es inexplicable. Y, como tantas veces, la belleza está en el camino, donde nunca hay un modo correcto sino uno personal, sincero y espontáneo de llegar al éxito o al fracaso.

Javier Ocaña. El País, 8 de mayo de 2020

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