viernes, 1 de mayo de 2020

Suena la trompeta de Boris Vian

Boris Vian, trompetista consumado, creador y
 lider de grupos de jazz...
"Ah, no", gritó Boris Vian levantándose de su butaca. Y se desplomó, víctima de un infarto. Tenía 39 años, y ya había avisado de que no llegaría a los cuarenta, enfermo del corazón desde su infancia y, aún así protagonista de una vida hiperactiva y vertiginosa. Sucedió en la mañana del 23 de junio de 1959, el año pasado se cumplieron los 50 de su muerte. Este 10 de marzo -sin apenas eco en España- se ha celebrado el centenario de su nacimiento en una pequeña población cercana a París. Boris Vian había acudido, sin muchas ganas y acompañado por muchísimos amigos y por Michelle y Úrsula, las dos mujeres principales de su vida, a un pase privado, en un cine cercano a los Campos Elíseos, de la película que Michel Gard había dirigido a partir de su novela Escupiré sobre vuestra tumba (1946). Aunque había colaborado con el guión, no estaba de acuerdo con el desarrollo de la adaptación y de la producción. Había pedido que su nombre no figurase en los títulos de crédito. Al empezar la proyección, y comprobar que su nombre sí figuraba en los títulos de crédito, murió fulminado:"Ah, no". Escupiré sobre vuestra tumba, la historia de un negro de piel blanca que desea vengar la muerte de su hermano a manos de supremacistas blancos, fue una delas cuatro novelas -sobre un total de diez- que Vian publicó con el pseudónimo de Vernon Sullivan -presunto autor norteamericano de color- y uno de los escasos éxitos que tuvo en su vida. También por abundancia de violencia y sexo, un escándalo mayúsculo que le llevó a ser condenado por los tribunales. Como el resto de las novelas de Vernon Sullivan, era un homenaje y, a la vez, una parodia de la "serie negra" norteamericana, escrita con una inventiva, un descaro y un humor insólitos en las letras francesas de posguerra.
La espuma de los días, amarga y trágica historia sobre la imposibilidad  de vivir un amor feliz , publicada por Gallimard con su nombre, en 1947, y llevada al cine en dos ocasiones, ha quedado como la gran novela Boris Vian. Pero también fue un fracaso en su momento, pese al entusiasta apoyo recibido por personalidades como Raymond Queneau -su persistente gran valedor- y Jean Paul Sartre -buen amigo y futuro amante de su primera mujer-, que aparece como personaje de la novela  con el "alias" de Jean Sol Partre. Estos dos nombres permiten apuntar dos características de la inabarcable y múltiple personalidad de Vian; de un lado, su inserción en las derivas del surrealismo - que le llevaría a ser miembro del Colegio de Patafísica - y de otro, su muy peculiar existencialismo, engarzado en el ambiente que frecuentó y protagonizó  en las caves, garitos y cafés de Saint Germain -des-Près (1951). Perenne niño grande y juguetón, individualista y mujeriego, anarquista y anárquico, esnob y dandy, la personalidad y la creatividad de Boris Vian fueron tan caleidoscópicas como el conjunto de 27 pseudónimos censados que llegó a utilizar para sus escritos y trabajos...
Trompetista consumado, creador y líder de grupos de jazz con los que actuó, grabó discos y se ganó los garbanzos, Vian fue durante años cronista y crítico de jazz,  publicando primero sus artículos en revistas especializadas y reuniéndolos luego en tres libros...Pero todavía hay más. Compositor de chansons -al estilo francés, pero con sus peculiares letras- y cantante él mismo  en vivo y en directo- también grabó discos, un reciente recuento indica que compuso más de quinientas canciones  y entre ellas, la más célebre quizás siga siendo El desertor (1954), convertida en himno pacifista  y versionada por Peter, Paul and Mary y Joan Baez...

Manuel Hidalgo. El Mundo, lunes 27 de abril de 2020

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