viernes, 5 de noviembre de 2021

Blanca Li revoluciona la Academia de Bellas Artes francesa

Blanca Li
Tras la pompa de una ceremonia repetida desde hace más de dos siglos con unos ritos bien establecidos -uniforme especialmente creado para ello, espada incluida y discurso solemne bajo la majestuosa cúpula del Instituto de Francia-, está siempre la emoción. Una emoción que en el caso de Blanca Li se multiplica: la coreógrafa y bailarina española (Granada, 57 años ) se convirtió ayer en la primera artista que ocupa formalmente uno de los cuatro sillones de la nueva sección de Coreografía de la Academia de Bellas Artes de Francia, creada hace apenas tres años. Li es así la primera coreógrafa que entra de pleno derecho en este templo dedicado a promover el arte en uno de los países que más valor le dan a sus diversas expresiones, pero que hasta ahora no había reconocido la danza al mismo nivel que la pintura o el cine. 

Un nuevo tiempo que Li quiso poner en evidencia rompiendo con varios números de danza la habitual solemnidad de estas ceremonias de toma de posesión. Bajo la famosa cúpula de la sede parisina del Instituto de Francia, la coreógrafa orquestó una selección de piezas de danza clásica y contemporánea entre las que incluyó una eléctrica coreografía a ritmo de música electrónica.

"Es increíble y muy emocionante, me hace mucha ilusión que me hayan acogido siendo una artista de origen español, y mujer y bailarina", dijo Li a El País poco antes de la ceremonia. "Entrar  como mujer y coreógrafa es aún más importante, porque ha sido un lugar reservado para los hombres durante siglos y es muy importante que ahora las mujeres artistas, las creadoras, formen parte de de esa academia", agregó.

La tradición dicta que cuando un nuevo miembro asume uno de los 63 sillones de la Academia -generalmente un año después de su nominación, aunque la pandemia del coronavirus ha alterado todos los tiempos- es presentado ante los demás miembros por otro integrante de la institución. En el caso de Li, fue Frédéric Mitterrand, miembro de la sección de cine. El exministro de Cultura francés y sobrino del presidente socialista François Mitterrand destaco el "trabajo intenso" de la artista.

El nuevo miembro por su parte, debe dedicar su discurso a su predecesor en el "sillón". Al ser un asiento de creación nueva, Li aprovechó su alocución para celebrar el reconocimiento de la coreografía como un arte propio. "La danza tiene en sí una fuerza irresistible, puede que sea eso lo que asusta de ella", continuó en su discurso ante académicos e invitados, entre ellos amigos y compañeros artistas. La española se comprometió además a trasladar a la Academia su concepción del arte "profundamente universal y transdisciplinario".

Silvia Ayuso. París. El País, jueves 21 de octubre de 2021

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