Sophie Calle en el Centre Pompidou de Malaga |
Calle, figura imprescindible en el arte europeo del último tercio del siglo XX, supo adelantarse a los tiempos y anticipó esa necesidad de compartir la intimidad que hoy inunda las redes sociales. Lo hizo cuando internet no era ni siquiera un sueño. Supo construir una Sophie Calle pública a través de retazos de su propia vida y de momentos robados a sujetos que colocaba en su objetivo, casi siempre, desconocidos que le brindaba el azar..
Aunque en un primer acercamiento a su trabajo el espectador pueda pensar que lo sabe todo sobre Calle, la realidad es otra. Así ocurre con las seis series realizadas en las últimas cuatro décadas que reúne la retrospectiva de su obra del Centre Pompidou Málaga, que estará en cartel hasta el 22 de abril de 2022. Por ejemplo, El marido, diario fotográfico que narra la historia con su exesposo Greg Shephard; Dolor exquisito, en el que tras la ruptura con una pareja , pregunta a desconocidos: "¿Cuál fue tu mayor dolor?". O Souris Calle, una grabación homenaje a su gato muerto con composiciones de 40 amigos, entre ellos Bono, Jean-Michel Jarre o Laurie Anderson.
Calle ha repetido en multitud de ocasiones: "Mi trabajo surge de mi intimidad, pero nunca la revela".
"Ella es tan artista como estrella. Su obra habla de experiencias personales, pero no revela mucho de su vida privada. Es única, en ella hay mucho de misterio", dice Christine Macel, jefa del departamento de creación contemporánea del Centre Pompidou París y comisaria de la muestra. Conoce a la artista desde hace 20 años y destaca su capcidad para empatizar con el público a través de las emociones.
Sophie Calle vive para trabajar y su vida es su trabajo. Maestra en el arte de un aparente exhibicionismo que no hace sino plantear situaciones que afectan a todos los seres humanos desde su propia experiencia, es una "curiosa obsesuva capaz de desnudarte con una mirada", como la define el galerista Pepe Cobo, quien en 1990 mostró su serie Les Tombes Las tumbas, en SevillaAtravés de la fotografía, las palabras, el cine, la performance, Calle cuenta historias sobre el dolor por la pérdida, historias que se centran en la ausencia más que en la presencia y que forman parte de las colecciones de grandes museos como el Metropolitan y el el Guggenheim , ambos en Nueva York; la Tate de Londres o el Pompidou de París. Este último le dedico en 2003 una gran retrospectiva titulada M'as-tu vue?/ ¿Me has visto?...
Margot Molina. El País, domingo 26 de diciembre de 2022
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