lunes, 10 de enero de 2022

Vuelta a casa de mi hija

Vuelta a casa de mi hija es una secuela de la exitosa Vuelta a casa de mi madre (Eric Lavaine, 2016),  una comedia que en su momento tuvo su-gran- relevancia en la taquilla francesa, aunque fuera de las fronteras de su país pasase más desapercibida. La fórmula de aquella (cuarentañera que se ve obligada a volver a vivir en la casa materna con el consiguiente choque madre-hija) se invierte ahora, pues es la madre la que irá a parar a casa de una de sus hijas ante las obras interminables de su piso. Josiane Balasko, actriz ( así como directora y guionista) y referente del cine galo, es quién, ciñéndose aquí solo a la interpretación -, se pone en la piel nuevamente de esta madre que no consigue entender el mando de la tele ni los términos técnicos actuales, mientras se entromete y reorganiza hasta la extenuación la vida de su primogénita.

En este papel hecho a medida, Balasko evita caer (aunque a veces por muy poco) en el exceso y la caricaturización, brindándonos sus mejores momentos junto a su yerno (Jerôme Commanduer que aquí conocemos por otra comedia francesa con mayor repercusión por estos lares, Bienvenidos al Norte ). Y aunque los malentendidos entre ellos no dejan de ser lugares comunes y chistes fáciles, terminan por ser efectivos.

Eric Lavaine también director de la original, se limita a tomar el esquema que tan bien le funcionó anteriormente, evitando cualquier innovación al margen. Es por ello que Vuelta a casa de mi hija es una comedia amable y muy francesa, una película resultona, de tono intencionadamente ligero, no por vista menos disfrutable, que busca agradar a todos los públicos sin más complicaciones. 

Sabela Pillado. La Voz de Galicia, viernes 31 de diciembre de 2021

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