En el caso de Louise Labé ha sido la profesora Huchon quien, tras un minucioso trabajo de detective textual y archivístico ha concluido que Louise Labé es la construcción literaria de un grupo de notables poetas lioneses como Maurice Scève o Pontus de Tyard. Su tesis anticipada en un ensayo de 2006, ha desatado los ataques de algunos seizièmistes -especialistas en el siglo XVI francés- que defiende que La Bella Cordelera o La Safo de Lyon, como se la conocía, existió de verdad o que, como mínimo, no hay pruebas suficientes para concluir que fue una Carmen Mola del Renacimiento.
La profesora Mireille Huchon, nada más descolgar el teléfono para conversar con el País, menciona espontáneamente a Carmen Mola. Había leído en la prensa francesa las informaciones sobre el caso y enseguida cayó en el paralelismo con Louise Labé. "A fin de cuentas se trata en ambos casos de una especie de seudónimo", observa. Y en ambos casos, varios hombres se escondían tras una identidad femenina.
Pero aquí terminan los paralelismo. Porque Carmen Mola era una identidad totalmente inventada. En cambio, en el Lyon del siglo XVI existió no exactamente una Louise Labé, pero sí una persona llamada Loyse Labbé, cuya existencia Huchon documenta con detalle (e incluye en La Pléiade un documento de un juicio de la Inquisición en Salamanca en 1570 que la describe como "una bellaca" y "una mala mujer de león"). Esta Labbé, según Huchon, es distinta de la Labé que figura como autora de una breve obra compuesta por la prosa de Debate de Locura y de Amor, tres elegías y 24 sonetos.
Sostiene Huchon:"El libro, si miramos lo que se escribió bajo el nombre de Louise Labé, supone conocer el latín y el griego y tener a su disposición una biblioteca excepcional". Y argumenta: "Es imposible que Loyse Labbé tuviese esa cultura. Era hija de un cordelero iletrado: hay documentos notariales que muestran que su padre no sabe firmar. Su madre murió muy joven y tampoco sabía firmar. Creció en un ambiente iletrado. ¿Cómo habría podido adquirir tal cultura? Además, después se casó con un cordelero que también era iletrado".
La idea es que todo, en Louise Labé y en su único libro publicado en 1555, es artificio. Lo es el nombre, que evoca los "labios", la "loa", y la "Laura" de Petrarca, modelo para todos los poetas del momento. Y lo es el contenido, que no se refiere a los amores y desamores de la Bella Cordelera real, sino que es un ejercicio literario plagado de alusiones a poetas antiguos y clásicos -Safo Catulo y Ovidio- y otros contemporáneos, y basado en los modelos poéticos en boga en el Renacimiento...
Marc Bassets. París. El País, martes 18 de enero de 2022
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