El músico se constituyo, además, en un superador del italianismo rampante y en un liquidador en cierto modo del desaforado romanticismo de Berlioz, con el que, no obstante, mantenía puntos de contacto... Como apuntaba Romain Rolland, la sustancia del pensamiento musical de Saint-Saëns estaba formada con la médula de los grandes clásicos de fines del XVIII. Listz fue su protector y el responsable de que, por ejemplo, su ópera más conocida y exitosa, Sansón y Dalila, pudieran estrenarse. Siempre lo reconoció y lo admiraba por su claridad de pensamiento y su actitud abierta, libre de todo prejuicio. Es curioso que lo situara enfrente del "enfático" Brahms. Recordaba el compositor francés cómo el autor de Los preludios se había ofrecido "sin la menor vacilación" para representar en Weimar su ópera "sin querer oír ni una sola nota".
El catálogo del compositor es enorme (alrededor de 500 obras), con música de todos los géneros, tamaños, extensiones e instrumentaciones. Un artista que estaba a todo y que tenía una facilidad portentosa para adaptarse a cualquier estilo y a cualquier clima. En Canarias estuvo varias veces y allí fue festejado repetidamente. Correspondió con varias composiciones. Enfrente del Teatro Pérez Galdós se levantó hace años una estatua conmemorativa.
Arturo Reverter. El Cultural 10-12-2021
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