miércoles, 7 de junio de 2023

Justine Triet, su discurso al recibir la Palma de Oro en Cannes

Justine Triet en Cannes.

Es una de estas polémicas que revelan actitudes y tics singulares de un país. En Francia, donde la cultura se toma muy en serio y se protege como un tesoro nacional, al intelectual y al creador se les dota de una sabiduría a veces despegada de la realidad y la piel fina y algunos dirigentes exhiben en ocasiones una piel fina y una arrogancia  singulares a la hora de encajar las críticas. El último festival de Cannes fue un concentrado de algunos de los vicios y virtudes del sistema cultural francés. 

El 27 de mayo, al recibir la Palma de Oro por su película Anatomía de una caída, la realizadora Justine Triet, arremetió contra el presidente, Emmanuel Macron, y el Gobierno. "Este año ha recorrido el país una contestación histórica, extremadamente potente, unánime, contra la reforma de las pensiones. Esta contestación ha sido negada y reprimida de forma chocante. Pero también podemos verlo en otras esferas de la sociedad. Y el cine no se escapa a ello. La mercantilización de la cultura que el Gobierno neoliberal defiende está rompiendo la excepción cultural francesa. La misma excepción cultural sin la cual yo no estaría hoy ante ustedes".

La andanada de Triet recibió aplausos en sala, a los que sumaron políticos de izquierdas en las redes sociales. "Gracias a Justine Triet por su valentía, además de su talento", dijo Jean-Luc Mélenchon, líder de la plataforma política La Francia Insumisa. Enseguida, ministros y diputados macronistas salieron  en tromba. La ministra de Cultura, Rima Abdul-Malak, declaró: "Feliz de que se conceda la Palma de Oro a Justine Triet, décima para Francia. Pero pasmada por su discurso tan injusto. Esta película no habría podido ver la luz  sin nuestro modelo francés de financiación de cine, que permite una diversidad única en el mundo. No lo olvidemos". Añadió el ministro de Industria Roland Lescure: "Anatomía de la ingratitud de una profesión a la que ayudamos tanto... ¡Y de un arte que amamos tanto!. Y el diputado Charles Sitzenstuhl exclamó: "Ay, la famosa Francia "neoliberal" que defiende la excepción cultural (contra las lógicas del mercado) y subvenciona  con fondos públicos su industria del cine". Macron, que en 2021 había felicitado a la anterior francesa premiada con la Palma de Oro, se abstuvo de hacerlo con Triet.

La crítica de la cineasta tenía dos partes. La primera estaba dedicada a la reforma de las pensiones, adoptada por decreto después de meses de manifestaciones en contra  y pese a que un 70% de los franceses se oponían. Es una crítica legítima y ampliamente compartida en Francia. Por eso, extrañaron las acusaciones de ingratitud de Triet, como si el artista que recibe ayudas públicas debiera abstenerse de criticar el Gobierno.  

"De los Oscar de Hollywood al festival de Berlín, los discursos de los laureados son con frecuencia políticos", recordó Dov Alfon, director del diario de izquierdas Libération, en la cadena France Inter. "Cabe subrayar que nuestros ministros de Cultura aplauden cuando un cineasta critica a un Gobierno extranjero sobre el derecho al aborto o la guerra con Irak, pero una frase crítica con Macron y entonces, ¡ay! esto es demasiado".

Es más discutible la segunda crítica de Triet, que calificaba al Gobierno de "neoliberal" y lo acusaba de "mercantilizar" la cultura. Desde que Macron llegó al poder en 2017, el presupuesto en Cultura ha aumentado en más de un 22% y en un 7% en 2023. Existe, además, un robusto sistema de apoyo al cine que es la envidia de otros países...

La propia Anatomía de una caída, por la que Thriet recibió la Palma de oro, es un ejemplo. La película costó 6,2 millones de euros, cerca de la mitad de los cuales venían de entidades públicas, según un análisis de la publicación Écran Total, citado en Le Monde...

El debate, para Triet, atañe  no tanto a ella misma, pues admite que puede financiar sus películas, como al no futuro de la llamada excepción cultural francesa. "Es la envidia del mundo entero,  porque indica que las películas no necesitan ser rentables", dijo Triet tras la tormenta en France Inter. "Y, no obstante, hay un deslizamiento hacia la idea de que debemos pensar  en la rentabilidad de las películas, cuando en la historia de la cultura francesa hay algo fundamental, precisamente, preservar la idea de no rentabilidad".

Marc Bassets. París. El País, domingo 4 de junio de 2023.

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