viernes, 30 de junio de 2023

La creación plástica que "rasga el mundo"

Cecilia Vicuña

Es la primera retrospectiva en un museo chileno de Cecilia Vicuña desde 1971. Dos años después, en 1973, huyó tras el golpe de estado militar. El exilio, esa tierra herida la llevó a Londres, Colombia, y Venezuela. La artista y poeta (con más de 20 libros publicados), de 75 años, ha instalado en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile un quipu, el milenario sistema de comunicación y registro de cuerdas de tela anudadas utilizadas  por los quechuas hasta la colonización española. Es un quipu menstrual. Rojo. Recuerda los glaciares que se extinguen y la sangre de la menstruación. "Pero no es artesanía, ni tampoco arte, hasta que yo decido que es un poema en el espacio", detalla por teléfono desde Nueva York. La Documenta 14 - uno de los acontecimientos más importantes del mundo artístico, que se celebra cada cinco años en la ciudad alemana de Kassel- la rescató en 2017 de ese otro exilio conquistado por el olvido. Su obra exhala un lamento por la pérdida de la naturaleza, la lengua, las formas ancestrales de vida y su cultura. Y reivindica la batalla. "Existe un nuevo feminismo en el planeta , aunque nada tiene que ver con el arte, procede de la lucha social y política por el derecho de las mujeres", concede. Sus frases  son arranques de poemas o relatos. "Somos parte de un río de memoria". "En la cultura chilena, cuando nace una niña nadie se da cuenta, excepto para lamentarlo, porque siempre es preferible tener un niño hombre", dice.  

Quizá por razones de justicia, quizá por traer novedades al mercado, el arte textil ha encontrado un espacio que solo lo tuvo en el siglo XVII en Europa con los tapices. La Bauhaus  diseñó , durante la República de Weimar (1918-1933), un departamento de creación textil  porque sino hubiera sido imposible admitir mujeres. Allí, junto con el pintor Josef Albers y la tejedora Annie Albers, se formó Sheila Hicks. Un símbolo.  Nacida en Estados Unidos, parisiense desde 1964 y activa a sus88 años, vive en el Barrio Latino. En u edificio que albergó a Balthus, Hockney e incluso Joseph Ignace Guillotin experimentaba en el patio cercenando corderos con su macabro artilugio. La textura trenzada deHicks es el hilo y el color. "Lo llevo en la sangre", sostiene.

La comisaria Lynne Cooke prepara en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) la exposición Historias tejidas: textiles y abstracción moderna . Hicks estará presente. También el pasado. "La razón porla que el arte textil ha sido denigrado o marginado resulta doble, reflexiona. Primero se consideraban artes decorativas, osea, suplementarias, y algunas de sus formas , zurcidis, costura, edredones o el punto eran "trabajos de mujeres". Exigían baja destreza y formación . Todo se está "rasgando". El verbo procede del comisario independiente Bartomeu Marí. "Hay que acostumbrarse a la llegada de las artes aplicadas. Si ya nos hicimos un lío con la obra versus documento, vayámonos preparando para la entrada de la artesanía y las artes tradicionales". El  museo contemporáneo  se parecerá  mucho al etnográfico. "Existen prácticas que resultan extraordinarias, como la de los amaziges en Marruecos, y otras, sin restarle calidad, responden a presiones del mercado", matiza Manuel Borja.Villel, exdirector del Reina Sofía. Por ahora, limitadas. El precio más elevado -según la plataforma  MutualArt.com- de Hheila Hicks en subasta son 116.000 euros. E España, Teresa Lanceta o Leonor Serrano renuevan el lenguaje. Tejer arte al igual que la escritora Marguerite Duras tejía palabras. " La paz aparece ya. Es como una noche profunda que estuviera llegando, es también el comienzo del olvido".

Miguel Ángel García Vega. El País Semanal, 25 de junio de 2023.

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