domingo, 23 de julio de 2023

A los franceses se les atasca la ortografía

Los franceses adoran la ortografía. Son muy  sensibles cuando descubren una falta si están leyendo un texto, el problema es que cada vez tienen más dificultades para identificarlas. Según un estudio de IFOP, cuando preguntan a los franceses cómo consideran su nivel de ortografía, el 85% dicen que tienen un nivel bueno o muy bueno. Pero la realidad está mucho más lejos de lo que imaginan porque a la hora de hacer un dictado solo el 58% presentan una nota igual a 6 de 10.
 

Quienes más sufren por esta falta de conocimientos son las empresas, porque se juegan su imagen y prestigio. Pero también repercute en el empleado que no domine la ortografía, ya que eso puede afectar a su credibilidad, haciéndolo aparecer como alguien menos competente, menos inteligente aunque no sea el caso. Lo acaba de sufrir en sus carnes el Olympique de Lyon. El prestigioso club de fútbol ha lanzado una campaña publicitaria para promover los abonos de la próxima temporada. En toda la ciudad aparecen carteles que, desgraciadamente, presentan una falta de ortografía grande como un camión: quieren escribir "tellement près du terrain" (tan cerca del terreno"), pero escriben "tellement prêt du terrain"(tan preparado del terreno"). Y todo porque près y prêt se pronuncian igual, pero se escribe claramente de forma distinta. Las redes sociales no han tardado en hacerse eco de la noticia  para convertirla en objeto de burlas, mientras que el servicio de comunicación del club de fútbol se limita a decir que eso le pasa a cualquiera. Eso sí, se han apresurado a cambiar los carteles.

En todo caso, el nivel de ortografía va bajando inexorablemente, tanto entre los estudiantes  como entre los adultos. Ni unos ni otros dominan las 84 normas de ortografía. En el 2010 las controlaban el 51% de los encuestados, hoy esa cifra ha bajado al 45%.

Según los profesores, la culpa la tiene en parte el que cada vez se dediquen menos horas al aprendizaje de la gramática y la ortografía en el colegio. Algo que perjudica más tarde a los estudiantes cuando tienen que pasar el examen de bachillerato, porque los correctores reciben como consigna sancionar a partir de las diez faltas y retirar un máximo de dos a tres puntos por examen. Pero no libran ni los ministros de Educación. El titular en 2018, Jean-Michel Blanquer, participó en una emisión de televisión  con los niños de clase que le propusieron por sorpresa hacer un dictado, a lo que el ministro se ofreció con gusto, hasta que los niños comenzaron a levantar la mano divertidos porque veían que el ministro había cometido dos faltas.

Hay regiones en las que escriben mejor que en otras. Por ejemplo, los que viven en Languedoc-Roussillon obtienen los mejores resultados, y los de Franche-Comté, Alsacia y Picardía, los peores, mientras que la región parisina está por debajo de la media.

También hay diferencias de sexo: las mujeres controlan el 48% de las normas de ortografía, mientras que los hombres se limitan al 43%, y la diferencia se observa desde el colegio.

Pero a pesar de todas estas dificultades, la ortografía sigue siendo una pasión, como lo nuestra el que el pasado 4 de junio más de 5.000 personas se dieron cita en los Campos Elíseos, transformados en un aula gigante al aire libre, cada una sentada en un pupitre, para participar en el mayor dictado del mundo. Los dictados no han sido corregidos porque  los organizadores simplemente querían borrar los malos recuerdos de la infancia, cuando hacer un dictado podría llegar a ser un trauma, para animar así a la gente a recuperar el gusto por aprender a escribir correctamente.

Asunción Serena, París. La Voz de Galicia, domingo 2 de julio de 2023.

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