Un momento de la adaptación del Burlador de Sevilla que dirige Xavier Alberti. / Sergio Parra |
Este hombre atormentado, profundamente egocéntrico, supone una revisitación a la figura del seductor, una relectura en clave moderna del mito de Don Juan en una era post Me Too, donde se reflexiona sobre la naturaleza del amor, sobre el abandono o sobre la posibilidad de cambio -o no- del ser amado. Para ello, se destruye el mito de Don Juan desde su base, cambiando la imagen del seductor irreverente que consuma el acto, por la pulsión de la mirada -directa o huidiza- y la imaginación (siempre presente, aunque mayormente no sea anunciada).
Con una puesta en escena dominada por un evidente artificio, apoyado a su vez por los diferentes niveles de realidad-representación teatral, esta película cuenta con números musicales que se intercalan en la acción de un modo expresamente no orgánico, y que recalcan la ilusión de obra ficticia frente al naturalismo. Gracias a todo ello, Bozon consigue un filme curioso, ciertamente interesante, y que, especialmente, cuenta con la siempre agradecida presencia de Virginie Efira, que defiende su personaje con sobrada soltura, haciendo merecida gala del ser uno de los nombres más destacables del cine galo actual.
Sabela Pillado. La Voz de Galicia, viernes 28 de de julio de 2023.
Leer y tejer se despide de sus lectores hasta septiembre. Felices vacaciones.
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