jueves, 20 de julio de 2023

Los senderos se bifurcan: "Chevreuse"

Todo acaba por confundirse. Las imágenes  del pasado se entremezclan formando una pasta ligera y transparente que se distiende, se hincha y toma la forma de un globo irisado, a punto de reventar. El concepto importante para definir esta novela de Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945), es el ovillo de tiempos que se superponen y dan vueltas sobre sí mismos. El primer párrafo de esta reseña pertenece al narrador  de Domingos de agosto, una novela que el Nobel francés publicó en 1986. No se han añadido comillas porque cualquier lector atento de Modiano podría haber definido así la amalgama de tiempos y personajes que transitan por la historia que nos cuenta en Chevreuse. Este es el relato de una memoria desmemoriada. O mejor, de una memoria desintegrada, que va armándose como los viejos rompecabezas. Pero quedan huecos sin definir. Los intersticios de los recuerdos de Jean Bosman, el protagonista no son gratuitos. De cada oquedad saldrá una nueva pista. De cada palabra recordada, de cada nombre que irrumpe en el recuerdo de Bosmans surgirán nuevos hilos para un ovillo casi policiaco. Casi, porque la resolución del misterio, de los misterios de una existencia, será solo parcial.

En una entrevista en el programa literario francés La grande librairie, Modiano reivindicaba los silencios y las elipsis narrativas en su última novela, en realidad, en todas sus obras, para que el público lector articule sus pausas y complete el trabajo del novelista.

Chevreuse es una zona geográfica  en la región Isla de Francia. Esa palabra, junto a Auteuil, el barrio más occidental de París, lindando al suroeste con Boulogne-Billancourt, lugar de nacimiento de Modiano, esos dos nombres de fronteras mentales, Chevreuse y Auteuil, van a configurar una topografía de la memoria de Jean Bosmans. Para entender esta topografía borrosa es pertinente esta declaracióndel narrador: "Chevreuse. A lo mejor ese nombre tiraba de otros nombres hacia él, como un imán. Bosmans repetía en voz baja: Chevreuse. ¿Y si era ese hilo lo que le permitía recuperar toda la bobina?".

Las dudas sobre cómo hilvanar los retazos de la infancia de Bosmans salpican el texto. Como en los senderos de Proust, el personaje de Modiano recorrerá dos caminos: el itinerario al piso de Auteuil, y el trayecto a la casa de la calle del Docteur- Kurzenne, donde el niño Bosmans había vivido y cuyos jardines traseros conectaron con "un principado de bosques, estanques, parques, llamado Chevreuse". El Bosmans de veinte años se ve envuelto, por intermediación de una amiga de entonces, "a quien llama Calavera", en una indagación inducida, de pronto lo irá descubriendo, por otros personajes cuyos nombres irán resonando en su memoria...

Una historia fascinante y laberíntica, envuelta en niebla, con personajes fantasmales y mgníficos, en la que nos quedamos atrapados, como el protagonista, en esos itinerarios desde el misterioso piso de Auteuil a la no menos enigmática región de Chevreuse, en cuyos secretos no podremos penetrar del todo.

Coincidiendo con Chevreuse, Anagrama publica Una muñequita rubia, un divertimento literario visual  escrito por Modiano con dibujos de Pierre Le-Tan (1950-2019).La obra , naturalmente pergeñada por Modiano, pone en escena a cinco amigos que montaron en sujuventud el grupo musical los Peter Pans...

Lourdes Ventura. El Cultural, 30-6-2023 

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