En el desfile de Pharrell Willians con Louis Vuiton. (Foto: Stephane Cardinale)
A pesar de celbrarse en el Pont Neuf, a pocos metros del cuartel general de la firma, el acceso al desfile siguió un ritual laborioso, más propio de una experiencia iniciática que una pasarela al uso. Para llegar hasta el emplazamiento final había que navegar por el Sena desde el embarcadero cercano al Museo d'Orsay, no en vano, la hora de la presentación de la colección para la primavera verano 2024, las 21,30, parecía haber sido elegida para aprovechar la luz dorada que invade la zona en ese preciso momento. Lo que ha evocado Williams es un París hiperbólico y deliberamente de postal. De heco la invitación al evento consitía en un taco de tarjetas postales diseñadas para la ocasión. También el Pont Neuf evocaba el París barroco donde nació el lujo: fue precisamente Luis XIV, el Rey Sol, quien decidió proteger y promover los oficios artesanos ligados a la vestimenta y la decoración a través de su ministro de Finanzas, Jean-Baptiste Colbert. cuyo apellido hoy da nombre al comité que vela por la protección del lujo en Francia.
Pharrell Williams, coronado Rey Sol de la moda en un evento sin precedentes -el debut de Virgil Abloh, en 2018, fue imponente pero de menos envergadura-, tiene en sus manos la tarea de dar continuidad al idilio entre esta firma que surgió como casa de viaje en 1854 y que, desde su adquisición por Bernard Arnault, fundador del gigante LVMH, ha sabido capitalizar como ninguna otra empresa el deseo por los símbolos del lujo. Especialmente porque, como declaró el artista, considera que su labor en Louis Vuitton debe rendir homenaje al legado de Virgil Abloh, el diseñador que le precedió en el cargo y cuya repntina muerte, en noviembre de 2021, interrunpió una de las aventuras creativas más emocionantes de la moda contemporánea...
Carlos Primo. París. El País, jueves 22 de junio de 2023.
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