" La syndicaliste"

Fotograma de La syndicaliste

El título para el mercado español, Un blanco fácil, se ajusta al filme, pese a que en Francia se estrenó como La syndicaliste, que a su vez respeta el que lleva el libro de no ficción  que adapta y que publicó la periodista Caroline Michel-Aguirre en el 2019. También porque Maureen Kearney, de origen irlandés, es bien conocida en Francia como activista sindical en la multinacional nuclear Areva. Ella sufrió en diciembre de 2012 una brutal violación después de semanas de presiones y amenazas por denunciar maniobras de la compañía con China, primero con la Administración Sarkozy y después con la de Hollande, que resultarían lesivas para los trabajadores. Aquel affaire alcanzó una gran repercusión mediática, con detalles francamente escalofriantes que hablan de lo que ocurre cuando un ciudadano se levanta contra el poder. Su batalla contra la injusticia muestra cómo la violación de mujeres es "usada como arma política", como ella misma advierte.

En clave de thriller político, aunque cuidándose bien de evitar los tópicos de género, utiliza un tono realista sobre la base de un impecable registro dramático de Isabelle Hupert -que frisaba los 70 años durante el rodaje-, al que se suma un parecido muy razonable con la Maureen real, quien además bendijo el filme. Estamos ante un drama de conclusión conocida cuya única opción es la del cómo me lo cuentas frente al qué me cuentas, pero el académico Salomé  (también guionista) sale del apuro por mucho que los rótulos finales tengan un sabor amargo y la realidad  sea la que es: una multinacional china construye centrales nucleares en todo el mundo, incluida Francia, con tecnología francesa...

Al poner el foco sobre el personaje central y su rol feminista, la película gana puntos pese a sabernos ante una historia  de señora cual quijote contra los molinos y una sociedad machista. Es ese blanco fácil, representante  de más de 50.000 trabajadores, pero indefensa ante el sistema que tira de métodos rastreros  para intimidarla. Quizá gane la batalla, pero no la guerra.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 9 de junio de 2023.