P.- ¿Qué hay de realidad y ficción en su novela?
R.- Seguí una regla, los hechos históricos y políticos son reales, incluso los lugares que se describen, no hay nada inventado. Evidentemente los diálogos, la vida privada de los protagonistas y algunos personajes son inventados. La separación entre ambas dimensionas es bastante precisa.
P.- ¿Por qué decidió inspirarse en Vladislav Surkov para crear el protagonista de la novela?
R.- En el entorno de Putin hay sobre todo personajes grises, antiguos miembros del KGB, empresarios corruptos enriquecidos. En el centro de ese mundo hubo un personaje diferente, sorprendente que pasó por la academia de arte dramático de Moscú, que tiene pósteres de raperos americanos en la pared de su despacho, que escribió novelas con seudónimo y da casi la impresión de interpretar su rol de comunicador y propagandista de Putin como una performance de teatro moderno o arte contemporáneo. Me pareció una perspectiva interesante para contar los últimos veinte años de la historia de Rusia.
P.- La novela está escrita poco antes de la invasión de Ucrania, pero dibuja aun Putin cuyo sistema se basa en la violencia y la brutalidad. ¿Creía que sería capaz de invadir Ucrania?
R.- A mi me sorprendió la invasión, no pensaba que iba a ocurrir de esa forma. Aunque tiene su lógica en relación a la forma en que representa el libro el poder de Putin que tiene un fundamento de violencia desde su comienzo en 1999. Hoy vivimos el paroxismo de este recorrido y en ese sentido es totalmente coherente con las premisas de mi libro, lo que no significa que la invasión estaba destinada a ocurrir de esa forma, podría haberse desarrollado de otra, pero no es sorprendente.
P.- En la novela muestra que Putin es un político que no se deja manejar. Berezovski lo intentó y no pudo. Siempre hace lo que quiere. Entonces , ¿para qué necesitaba un asesor como Baranov?
R.- Desde el principio, Baranov se da cuenta de que puede aportarle algo que no tiene, por el dominio del teatro posmoderno, la manipulación, las redes, internet o la cultura pop, pero no guiarlo. Dicho esto, hay una evolución en el personaje de Putin. que está ligado al efecto mismo del poder. La tendencia a que cuanto más pasa el teimpo más disminuye la capacidad del poderoso de escuchar lo que dicen los demás, vive cada vez en una realidad paralela y se muestra menos abierto a ser aconsejado, sobre todo por personas que le van a dar opiniones divergentes. Es la trayectoria de Putin en el libro...
Enrique Clemente. La Voz de Galicia, lunes 10 de julio de 2023
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