No cabe culpar solo a la editorial por su falta de visión comercial y artística. La propia Françoise Hardy tampoco percibía ese tema como el hito definitivo que fue. Ni siquiera a posteriori. Con el tiempo opinó de ella que no era especialmente brillante: "Es muy primaria musicalmente. Fue mi primer disco". Miles y Miles de personas le han llevado la contraria durante estos 62 años a una mujer que en su autopercepción, mostraba esas paradojas. Por ejemplo, enamoró a miles -entre ellos Mick Jagger, David Bowie y Bob Dylan-, pero acabó casándose con Jacques Dutronc, un infiel patológico que la martirizó. Ella lo soportaba con amargura. "La idea de compartirlo me destrozaba, dejarlo posiblemente me destruía aún más", escribió en sus memorias la artista que ni siquiera era consciente de su atractivo. "Era bellísima y no lo sabía. Le daba igual... Nunca se dio cuenta de lo guapa que era", explica Jean-Marie Périer, autor de de algunas de sus imágenes más icónicas, en una entrevista en ¡Hola!.
París ya había empezado a dejar de ser la capital cultural del mundo. Europa se sentía fascinada por la joven América, y en Inglaterra germinaba lo que iba a ser la gran explosión pop, una vez que The Beatles lanzasen su primer single en 1962. La industria del disco gala se abrazaba a esa música pensada para una nueva clase social llamada juventud, creada por los que nacieron durante la Segunda Guerra Mundial. Supuestamente, pedían canciones vibrantes, luminosas y pegadizas como las que ofrecerían Sylvie Vartan y France Gall. Pero con Françoise Hardy todo resultaba diferente. Miraba a lo anglosajón, sí. Pero surgía de un modo menos rimbombante . Con tono sereno y la elegancia natural de quien había nacido con un don que se despliega con ligereza, se convirtió en espejo de miles de adolescentes conectados con los tormentos, las dudas y las inseguridades de ese imprevisible capricho llamado amor. Se lo cantaba un alma gemela...
Aquella mujer lideró la música gala durante los sesenta y se convirtió en una figura internacional... Y en 1968 decidió bajarse de los escenarios, un lugar en el que nunca llegó a estar cómoda, presa de la ansiedad (...) En 2018 publicó Personne d'autre, una despedida consciente "Mañana todo estará bien, todo estará lejos/ Allí, al final, cuando me haga a la mar", cantaba en él, anticipando el fin que la noche del lunes confirmaba su hijo, Thomas Dutronc.
Javier Becerra. La Voz de Galicia, jueves 13 de junio de 2024.
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