"Actualmente vivo en l'Arrondissement de la Bourse, distrito II, en el que ha habido mucha inmigración japonesa y coreana, así que invitaría a cualquier viajero a vivir una experiencia de contrastes: primero, cogerse algo de comer en la panadería franco-japonesa Aki Boulangerie", comienza la escritora. Y después poner rumbo a la Biblioteca Nacional de Francia (calle Vivienne, 5) originariamente construida en el siglo XVII, y que en 2022 reabrió sus puertas después de 12 años de renovación y modernización, convertido en un lugar abierto a todos en el corazón de París: "La biblioteca cuenta con un precioso jardín al que puedes acceder de manera gratuita". El jardín Vivienne es un "jardín-obra de arte", ideado por el arquitecto del patrimonio Mirabelle Croizier, el paisajista Antoine Quenardel, y el artista, jardinero y escritor Gilles Clément. La escritora también destaca una visita imprescindible a la Sala Oval de la biblioteca: "Una impresionante sala de lectura. que ofrece más de 20.000 volúmenes de consulta gratuita y 160 puestos para leer".
María Larrea también nos lleva a una librería: "Me gusta muchísimo la Librería Delamain (calle, Saint-Honoré, 155)". Se trata de la librería más antigua de todo París, fundada en el siglo XVIII, aunque en 1906 tuvo que ser trasladada por un incendio. Por sus pasillos han vagabundeado figuras de la talla de Alexandre Dumas o Guy de Maupassant. Más que una librería, el lugar es un espacio patrimonial y cultural en el que destaca, además de las novedades editoriales, su espectacular fondo de libros antiguos. "Y una vez hayas escogido tu lectura, nada mejor que abrir las primeras páginas en los Jardins du Palais-Royal (calle Montpensier, 8), justo enfrente de la librería", apunta Larrea. Estos jardines también fueron lugar de encuentro de escritores, atraídos por ese oasis de tranquilidad. Stefan Zweig, Colette y Jean Cocteau fueron algunos de sus ilustres paseantes.
Nada mejor que terminar el día con un cóctel. "Harry's Bar es todo un clásico de la ciudad, el lugar gracias al cual los parisienses descubrieron el concepto de cóctel", cuenta Larrea. Se inauguró en 1911, en el número 5 de la calle Daunou, donde permanece. Fue fundado por el famoso yóquey estadounidense Tod Sloan, que originariamente lo bautizó como New York Bar y llevó a París esta nueva forma de beber un trago, trayendo también su imaginaría: una barra de caoba y unas sillas repujadas en cuero de aquellas coctelerías cercanas a la Penn Station.
No hay mejor lugar para el fin de una jornada de turismo, pero si todavía nos quedan fuerzas, la escritora propone una última experiencia, siempre que no se nos haya hecho demasiado tarde: "El jardín de Aclimatación es una visita fantástica: se trata del parque de ocio más antiguo de París, inaugurado en 1860". Su creación se enmarca en el plan global de reestructuración y modernización de la capital impulsado por Napoleón III: "Pero ha sido recientemente renovado".
Beatriz Serrano. El viajero. El País, sábado 8 de de junio de 2024.
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